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'Putin convirtió la energía en un arma’

“Decidimos como  bloque que Rusia no nos va a chantajear”, afirma en entrevista Frans Timmermans, vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea  

Pascal Beltrán del Río | 31-01-2023
Frans Timmermans, vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea  
“Me alegra sentir la solidaridad de México, Colombia y otros países en este momento para Europa. Esto está cambiando el curso de la historia”, agregó. Foto: Karina Tejada

Aunque el presidente de Rusia, Vladimir Putin, haya convertido sus recursos energéticos en un arma política, con la invasión a Ucrania, y pretenda forzar a los países europeos a apoyarlo o no protestar por sus
acciones, no lo permitiremos, afirmó el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Frans Timmermans.

“Putin no nos va a chantajear con la energía. Pero si no hay alternativa, es muy difícil para las industrias trabajar y si no funcionan las industrias, la gente pierde sus trabajos y luego tienes otro problema”, dijo
Timmermans en entrevista con Excélsior.

Agregó que el apoyo a Ucrania se mantendrá el tiempo que sea necesario, ya que es algo que quiere 76% de los europeos. “Esto también es sobre valores, Putin promueve la discriminación contra la población LGBTQ+, el racismo. Nadie en América Latina quiere esto, nadie en Europa lo quiere.”

Timmermans, quien también es el responsable del Pacto Verde Europeo y viajó a México para preparar los objetivos de la Conferencia de las Partes (COP) 28, aseguró que seguir comprando combustibles fósiles a los rusos ya no es una posibilidad, dado que se comportan como una potencia colonialista.

Además, la crisis climática obliga a reducir el consumo de energías fósiles, por lo que, dijo, la única forma de aumentar la soberanía energética es apostando por la aceleración del empleo de renovables.

 

“Decidimos que Putin  no nos va a chantajear”

 

El vicepresidente ejecutivo de la comisión europea detalló a Excélsior los desafíos del bloque en materia ambiental y refrendó el apoyo permanente a ucrania y sus valores


 

Con la invasión a Ucrania, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, convirtió la energía en un arma política y puso a prueba los valores europeos. Sin embargo, el apoyo al país invadido se mantendrá el tiempo que sea necesario, aseguró el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Frans Timmermans.

Decidimos colectivamente que Putin no nos va a chantajear, afirmó en entrevista con Excélsior.

Timmermans sostuvo que el mandatario ruso invadió Ucrania el 24 de febrero de 2022 con “intenciones colonialistas”, en una clara violación de las relaciones y del derecho internacional.

Antes de dar una conferencia en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), el líder regional afirmó que esta invasión está cambiando el curso de la historia europea y tendrá un impacto en la historia mundial, con una repercusión equiparable a la caída del Muro de Berlín, en 1989.

Timmermans, quien también es el responsable del Pacto Verde Europeo, viajó a México para preparar los objetivos de la Conferencia de las Partes (COP) 28 y reunirse con funcionarios y miembros de la sociedad civil.

Nuestro país fue la última parada de una gira por América Latina, que incluyó además Brasil y Colombia,

A veces parece que navegamos entre COP y COP, con pocos logros.

En Glasgow logramos mucho, ahí decidimos avanzar para fijar la meta de 1.5 grados del aumento de la temperatura global, junto con otras decisiones muy importantes sobre cómo se aplicarían las reglas.

Seguimos en Sharm el Sheikh, en la siguiente COP, para trabajar en eso. Y en Sharm el Sheikh, Egipto, fue clara la intención de que el sur global estuviera satisfecho con la forma en la que los problemas iban a resolverse.

Así podríamos avanzar con la creación de un fondo de indemnización entre el norte y el sur, y a partir de ahí, es desde donde tenemos que construir.

Los procesos de la COP siempre parecen muy lentos, pero, si lo ves en una perspectiva a largo plazo, hemos logrado mucho desde París.

Además, no existen muchas cumbres globales en el mundo en las que tomemos decisiones. Las COP son la excepción en la que la comunidad internacional se reúne no sólo para hablar del ámbito político, ni económico, sino también, especialmente, con ciudadanos de la sociedad civil y organizaciones no gubernamentales.

¿Qué tanto se mantienen estos acuerdos?

Espero que entendamos como comunidad internacional que estamos muy lejos de donde deberíamos estar, que tenemos que incrementar los esfuerzos.

Este año hicimos el Inventario Global, una suerte de medición para registrar dónde estamos, lo que debe de hacerse, la conclusión es que necesitamos hacer más.

Lo que tratamos de hacer en la Unión Europea es dar una muestra de lo que se tiene que hacer, cómo se debe hacer, de que en el proceso no estás dejando a nadie atrás.

Una de las mayores dificultades es que la población sienta que no es parte de esto, que se están quedando atrás. Está en los hombros de cada político probarles a los ciudadanos que nadie se va a quedar atrás.

Especialmente si viajas a Latinoamérica vemos en algunos gobiernos los esfuerzos de combatir la pobreza.

Creo que es una acción importante, si no peleamos contra el cambio climático, el esfuerzo contra la pobreza va a ser más difícil. Ellos sufren más que nadie la crisis climática.

Me alegró que Brasil, Colombia y México entendieran que hay que hacer dos cosas a la vez: combatir la crisis climática y asegurarse de que haya más justicia climática.

Hemos puesto en una legislación nuestra ley climática. Las instituciones están obligadas legalmente a reducir emisiones en 55%.

Es obligatorio, pero ¿es alcanzable?

Es alcanzable. Tenemos las leyes decididas y pactadas entre todos los estados miembros del Parlamento Europeo, a partir de las propuestas.

Si reúnes lo que hemos decidido, podrás ver que superamos el 55% de reducción y en algunas áreas entre 55 y 60%. Podría ser más si tenemos más legislaciones sobre la mesa.

Hay un gran sentido de urgencia y desde luego creado en gran parte por los altos costos de energía, como resultado de la guerra de Putin.

¿Hay diferencia amplia entre el 40% de la Unión Europea y el 45% de la Comisión Europea?

En el sector energético, 5% es una gran diferencia. Creemos, a partir de los modelos que tenemos, que debemos de atender, porque no podemos seguir comprando combustibles fósiles de los rusos, ya no es una posibilidad.

Ellos invadieron a un país vecino pacífico, se comportan como una potencial colonialista, lo que es inaceptable, así que ya no somos sus clientes. Pero también necesitamos reducir el consumo de combustibles fósiles debido a la crisis climática.

Los dos aspectos van unidos, así que necesitamos recursos renovables. La única forma de aumentar la soberanía energética es con los renovables y aquí hay un gran potencial. Tenemos el mar Báltico, el mar del Norte, mucho viento, donde se puede generar gran cantidad de energía. Muchos edificios en Europa tienen paneles solares.

¿Qué puede decir sobre la cooperación de México en términos de cambio climático?

Estamos sorprendidos con esto, de llegar con un compromiso de reducción de emisiones. Ahora discutimos, cómo hacerlo, cuáles son sus prioridades y cómo podemos ayudar.

Está la industria automotriz, una gran charla sobre cómo no queremos depender de China. Cómo podemos ayudar, ésta es una hermosa ciudad, pero desafiante en el tema de transporte. Cómo podemos impulsar proyectos en este sentido, cómo ser parte del desarrollo de paneles solares y energía eólica.

Sobre la protesta contra una mina de carbón en Alemania, ¿hay alguna queja sobre esto?

No hay ninguna queja. Esta guerra ha creado grandes desafíos, porque Putin convirtió sus recursos energéticos en un arma política. Trata de debilitarnos, forzarnos a apoyarnos o no protestar contra lo que está haciendo. Y nosotros decidimos como bloque: “de ninguna manera”.

Putin no nos va a chantajear con la energía. Pero, si no hay alternativa, es muy difícil para las industrias trabajar y, si no funcionan las industrias, la gente pierde sus trabajos y luego tienes otro problema.

Alemania buscó alternativas y lamentablemente una de esas energías fue incrementar el uso del carbón encendido, por un periodo limitado. 

Les puedo asegurar que los objetivos serán los mismos y que probablemente lo haremos mejor, porque vamos a acelerar la transición energética.

Ha sido un invierno frío, ¿cree que, si avanza la guerra, se necesite cambiar los objetivos?

El próximo año tendremos el desafío de asegurarnos de que hemos trabajado lo suficiente.

Este invierno parece que no fue tan frío. Será un reto asegurarnos de mantener nuestras reservas de energía para el siguiente invierno, acelerar la transición a los renovables.

Eso es otro tema que discutí aquí en Latinoamérica, los mercados de energía, posiblemente todos los países podrían estar interesados en el gas natural. El gas puede ser un área de transición energética.

Respecto a la guerra, ¿considera que el envío de tanques Leopard 2 de Alemania podría derivar en una escalada o sería el camino correcto a seguir?

Pregúntenselo a ustedes mismos, piensen en su propio país. Si un país vecino fuera invadido, ocupado, sin ninguna provocación, y sus amigos dijeran: “bueno, no quiero contribuir, negocien, cedan una parte de su país”. ¿Qué dirían?

Estamos con Ucrania porque es evidente que un país está siendo invadido por un país que tiene claras intenciones colonialistas, quieren ocuparlo. Creen que les pertenece.

Y nosotros decimos: No. Apoyaremos a Ucrania de cualquier manera para asegurarnos de que pueden defenderse a sí mismos, de que pueden retener su soberanía e integridad.

Creo que todos los países del planeta deben de estar del lado de quienes creen que no se debe ocupar un país sin ninguna provocación. Es una violación de las relaciones y el derecho internacional.

A veces se dice que Ucrania no es soberano, y no es así, es soberano e independiente. No debemos aceptar las intenciones imperialistas de Putin. Hay que decir que no.

Me alegra sentir la solidaridad de México, Colombia y otros países en este momento para Europa. Esto está cambiando el curso de la historia de Europa y va a influir en la historia del mundo.

¿Cómo percibió a los países de América Latina en este tema?

Si vemos cómo se han comportado en las Naciones Unidas, han mostrado solidaridad y condenar la ocupación de un país vecino. No tengo quejas en ese tema.

Esto también es sobre valores, Putin promueve la discriminación contra la población LGBTQ+, el racismo.

Nadie en América Latina quiere esto, nadie en Europa lo quiere. Y a eso es a lo que apelo con los amigos de Latinoamérica. Tenemos que defender los valores en los que creemos. Vi a la gente sufrir en la época de la Unión Soviética.

Por años se preguntaban cuál era su lugar, cómo podemos encontrar un nuevo lugar. Muchos rusos asociaban la democracia con caos, y alguien les dijo, yo les puedo dar estabilidad, les puedo dar seguridad, pero libertad, no. Y paso a paso les ha dado autoritarismo. Ellos merecen vivir como cualquier otra persona. Es como la historia de la rana y la olla.

¿Se mantendrá el apoyo europeo a Ucrania el tiempo que tenga que tomar?

Vamos a dejar claro que vamos a seguir apoyando a Ucrania, es algo que quiere 74% de los europeos, tenemos cuatro millones de refugiados sin ningún problema porque la gente está de acuerdo con eso.

Si es tu vecino, es diferente. Es muy importante para nosotros, es la hora de la verdad para nosotros, esto explica lo que es Europa.

 

 

 

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