ESTADOS UNIDOS.
Donald Trump ingresa a la lista de mandatarios que, por enemistad o motivos de salud, no asiste a la toma de posesión de su sucesor.
De hecho, al menos cinco presidentes no asistieron a la ceremonia de toma de posesión de sus respectivos sucesores, entre los motivos principales está la enemistad, aunque los problemas de salud también han sido factor para no acudir.
Presidentes que no asistieron por enemistad
Solo tres mandatarios se negaron a ir a la investidura de su sucesor. Aquí los enlistamos.
John Adams
John Adams, segundo presidente de Estados Unidos, no quiso ir a la investidura de Thomas Jefferson en 1801.
La enemistad era tan evidente entre el presidente electo y el saliente porque en esa época Estados Unidos estaba dividido en dos partidos fundamentales: federalistas y demócratas.
Esta era la primera vez que había un cambio de partido en el poder.
La madrugada previa a la ceremonia Jahn Adams dejó la Casa Blanca para evitar alguna confrontación.
Andrew Johnson
En 1869, al final de la presidencia interina de Andrew Johnson por el asesinato de Abraham Lincoln, tampoco se pudo reunir al presidente electo con el saliente.
Resulta que Ulysses S. Grant y Johnson eran enemigos públicos por lo que el presidente saliente se negó a asistir al evento de su sucesor.
Richard Nixon
El último mandatario en la historia de Estados Unidos en no acudir a la investidura de su sucesor fue Richard Nixon.
El polémico mandatario renunció a su cargo tras el escándalo del Watergate por lo que abandonó la Casa Blanca apenas nueve meses después de su reelección en el cargo.
Así el entonces vicepresidente Gerald Ford ocupó la presidencia durante casi cuatro años.
¿Qué ocurre si Trump no asiste a la investidura de Biden?
La respuesta es simple: no pasa nada.
Y es que legalmente Joe Biden asume la presidencia desde las 12:00 horas tiempo de Washington, aún incluso si no puede prestar el juramento.
A diferencia de otros países, en Estados Unidos el presidente no usa ningún objeto como formalismo, es decir, no hay una banda presidencial, una medalla o bastón de mando que simbolice la transferencia de poder. Esto provoca que la presencia de Trump no sea relevante, más que para la opinión pública.
Comparte en Redes Sociales