La importancia y diversidad del feminismo en el sur global; batallas en Oriente Medio

La embajadora de Bangladesh en México, Abida Islam, explicó que uno de los temas en la agenda de su país es el empoderamiento de las mujeres.

 “En 53 años de independencia, la nación ha trabajado en temas como la educación, la salud, participación en el campo laboral y el empoderamiento político”, que se traduce en que tengan cargos de ministras, como la actual mandataria del país asiático, Sheikh Hasina, que está en el poder desde 2009.

Durante el conversatorio 8M. Feminismos en el Sur Global: desafíos y retos, organizado por el Programa Universitario de Estudios sobre Asia y África, de la Universidad Nacional Autónoma de México, la diplomática destacó el impulso a las mujeres en el estudio de profesiones “históricamente dominadas por hombres, incluidas carreras en diplomacia y relaciones internacionales, bajo la promesa de que se les va a incluir en ese tipo de actividades al egresar”.

Además, explicó que para garantizar una mejor inserción laboral en el campo de la diplomacia, “hay programas para enseñarle a las mujeres habilidades en negociación, análisis político, relaciones multilaterales, entre otros”, mencionando también que se fomentan campamentos, seminarios y conferencias para que se preparen, incluso fuera de Bangladesh, con todos los gastos cubiertos para su capacitación.

Para garantizar que los esfuerzos en la formación femenina tengan futuro en el campo laboral, Bangladesh cuenta con cuotas de género en las estructuras gubernamentales locales, donde las mujeres pueden desarrollar las habilidades adquiridas en los programas educativos.

En 1972, comentó la embajadora, la constitución de Bangladesh garantizó los derechos políticos de las mujeres, además de protegerlas en cuestiones de la vida como violencia doméstica, herencias y acoso sexual, por nombrar algunos.

En el cierre del conversatorio, que constó de cuatro sesiones y se realizó para conmemorar el Día Internacional de las Mujeres, Danaé Fonseca, investigadora en la Universidad de Barcelona, afirmó que uno de los retos en el Sur Global es explicar los fenómenos sociales desde la historia, y no sólo desde la religión y la cultura, ya que “las necesidades de cambio en la vida de las mujeres árabes no son ni más ni menos que las necesidades de cambios positivos de las mujeres en cualquier otro lugar del mundo”, para así evitar la “retórica salvacionista desde el mismo feminismo”.

 “Muchas veces cuando mencionamos mujeres árabes decimos: ‘¡Cómo van a ser feministas, si viven en el harén y van con un velo!’ (...) necesitamos trabajar con esta idea reduccionista del velo que se vuelve por excelencia millones y millones de mujeres musulmanas a un solo pedazo de tela, sin complejizar que muchas veces el mismo pedazo de tela puede ser una forma de resistencia ante otras cosas”.

El harén, dijo, también se ha sexualizado y romantizado  con ideas occidentales y de ficción salidas de las películas. 

Al respecto, profundizó sobre la necesidad en el ideario de los feminismos occidentales de “rescatar a todas estas mujeres, que como aquí hay un feminismo que se podría sentir superior, ahora hay que ver cómo podemos salvar a estas mujeres y sentirnos mejor (...) porque pensamos ‘cómo van a ser feministas si usan el velo o viven en el harén’ (...) hay que tener en cuenta esto cuando pensamos en los feminismos del Sur Global al Sur Global”.