Transformar con danza el espacio público; Grupo Asaltodiario, 37 años
La compañía que dirige Miguel Ángel Díaz lleva al teatro el mundo y los personajes de la calle, en una revisión de su trayectoria.

Una mirada crítica y a la vez lúdica, a través de la danza; imágenes cortas y contundentes; una comunicación con el público eficaz, eficiente, efectiva y clara; un espectáculo artístico de calidad, no de adoctrinamiento.
Esto es lo que ha caracterizado, en palabras de su director, el coreógrafo Miguel Ángel Díaz, la propuesta del Grupo de Experimentación Artística Asaltodiario durante 37 años de irrumpir en el espacio público.
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Unas 50 obras que han sido interpretadas en las calles, las esquinas, las plazas, azoteas, canchas, museos, bibliotecas, universidades, mercados; que interactúan con los locatarios, los trabajadores de la construcción, con chavos banda, los barrenderos, personas en situación de calle, mujeres violentadas o jóvenes de a pie.

Pero también se han presentado en teatros, con la idea de llevar a estos recintos “el mundo y los personajes de la calle”. Como la temporada que ofrecerán del 21 al 24 de noviembre en el Teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque, donde darán vida al espectáculo Suite escénica de ayer y hoy/ Asaltodiario, 1987-2024, con ocho piezas que revisan su trayectoria.
DIVERSAS INTERPRETACIONES DEL ENTORNO SOCIAL
Cada una aborda el entorno social desde diferentes perspectivas, como el amor, la alienación del ser humano, los desaparecidos, la violencia cotidiana y la crisis ambiental.
Seguimos tocando temas contemporáneos. No quitamos el dedo del renglón de contribuir al proceso de humanización de la sociedad mexicana y devolverle el sentido crítico. Ahora nuestros discursos giran en torno a la ecología”, detalla en entrevista el fundador de la compañía.
Somos hijos de los terremotos de 1985. En esa época bailábamos con Contradanza y salimos a la calle, a los espacios de los damnificados. En 1987, los grupos regresaron a los teatros. Pero nos dimos cuenta de que lo nuestro era estar en las calles, que ahí cobraba un mayor sentido social y político nuestra vida.
Sentíamos que lo que hacíamos como artistas repercutía y cambiaba más a la sociedad. En los teatros pasa lo mismo, pero de otra manera y con otro sector de la población; y también es válido”, agrega.
El también bailarín detalla que ahora interpretarán desde la pieza con la cual se fundó el grupo, Todo aquel sorprendido. Todo aquel consignado, que Luis Enrique Mueckay creó para Contradanza; hasta colaboraciones que se nutren del intercambio con otros creadores, como Bertha Loeza, Ramón García, Tehui y Amantae.
También ejecutarán las coreografías Cuentos de la Casa Rosa, Empezar de nuevo, Cuando desperté…, INTRA.MUNDOS, El tanque y Laboratoristas. “La idea es mostrar cómo iniciamos y lo que proponemos ahora”, dice.
Díaz agrega que, a la fecha, han atendido a 90 de los 326 mercados públicos que hay en la Ciudad de México. “Hemos creado un vínculo estrecho. Un proyecto que queremos reforzar”.

HOY, EL PÚBLICO ES MÁS DIFÍCIL DE SORPRENDER
Respecto a qué ha cambiado en estas casi cuatro décadas de labor, indica que quizás el público, producto del trabajo de tomar el espacio público realizado desde los años 80. “Se ha vuelto más receptivo, educado, más politizado, concientizado. Esto nos obliga a mejorar, porque ya no es fácil sorprenderlo”.
Admite que el hecho de que tomar el espacio público se haya convertido en política del Estado les ha afectado. “Las obras se ‘consumen’ de forma distinta. Debemos cuidar que no se convierta en proselitismo, mantener el espíritu crítico. Es decir, aunque nos contraten las instituciones públicas, tratamos de no representarlas, porque ahora todo es propaganda”.
Añade que literalmente han tomado el espacio por asalto. “Eso de la ciudadanización es entre comillas. Hay mucha tramitología para que el ciudadano tome el espacio público, te piden permisos, ambulancias. Si no cumples te echan a los granaderos.
Ya no pedimos permiso. Argumentamos el derecho a la cultura; que así como una manifestación política no necesita permisos, tampoco una cultural. Y en lo que la policía reacciona, ya se terminó la obra”, expresa.
Nuestra mayor preocupación es dialogar con los espectadores, que nos entiendan”, concluye.
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*mcam
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