1. Vía prometida. La presidenta Claudia Sheinbaum se subió al tren rumbo al AIFA y, como buena jefa de estación, fijó fecha, será en marzo. El recorrido Buenavista–Aeropuerto promete 43 minutos exactos, según Andrés Lajous, titular de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario, con frecuencia de reloj suizo y diez convoyes listos apenas pasen las pruebas. Todo marcha, confirman, rumbo a Semana Santa, cuando el tren deberá cumplir lo que el aeropuerto aún espera, usuarios constantes. Claudia Sheinbaum emplaza y supervisa, consciente de que la conectividad no es propaganda, sino servicio público. Sólo una petición, que el tren llegue a tiempo.
2. Convivencia armada. Morelos no está desbordado, está administrado. Margarita González Saravia insiste en medir la seguridad con likes mientras Cuautla paga doble derecho de piso y el obispo Ramón Castro desmiente las cifras oficiales desde el púlpito. Balacean casas de alcaldes en Yecapixtla, amedrentan regidoras en Xoxocotla y calcinan cuerpos en Axochiapan, pero el gobierno presume transparencia y mesas diarias. La herencia de Cuauhtémoc Blanco pesa, sí, pero ya no alcanza como coartada. Gobernar también es romper inercias, no maquillarlas. Si el crimen alinea autoridades y cobra en ventanilla doble, el poder cambió de manos.
3. Navidad fiada. Layda Sansores decidió que el mejor regalo para Campeche no cabe en el árbol, sino en el buró de crédito, y pidió mil mdp a pagar en 20 años, aprobados en fast track nocturno por un Congreso dócil y con espíritu decembrino. La gobernadora habla de “emergencia” y “sobrevivencia”, aunque hace meses presumía finanzas sanas, como si los baches fiscales aparecieran por generación espontánea. Carreteras, campo, salud y vivienda justifican el préstamo, mientras el futuro queda hipotecado para tres sexenios. Ni en los tiempos de Alejandro Moreno como gobernador se vio tanta prisa por endeudar; y con discurso moral incluido.
4. Impulso. En Guerrero, deportistas recibieron un reconocimiento que va más allá de la foto. La certeza de que, cuando hay apoyo institucional, el talento florece. La gobernadora Evelyn Salgado encabezó la entrega del Premio Estatal del Deporte 2025 a 60 atletas que sumaron 49 medallas entre 2024 y 2025 en olimpiadas nacionales, juegos indígenas y paraolimpiadas. No es sólo un acto protocolario, los estímulos importan en un país donde el alto rendimiento suele sostenerse con sacrificio personal. Reconocer también a entrenadores y familias completa la ecuación. Sólo falta que Abelina López, alcaldesa de Acapulco, se ponga a la altura. Porque todavía no.
5. Oficio, operador. Ricardo Monreal no sólo invita a ver arte, ejerce poder con método. Desde la Jucopo, el zacatecano se ha convertido en el operador político más eficiente del gobierno de Claudia Sheinbaum, el que construye mayorías, ordena la agenda y resuelve lo que el partido no siempre logra procesar. Mientras Luisa Alcalde enfrenta la presión de cohesionar a Morena, Monreal hace la chamba silenciosa, negocia, articula y mantiene funcional el Congreso. La exposición de Manuel Felguérez en San Lázaro no es pose cultural, es señal de oficio institucional.