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Expresiones

Rescatan poemas satíricos dedicados a personajes de la cultura mexicana

El poemario compila 80 textos injuriosos y provocadores y que, en su momento, causaron el enojo de Octavio Paz

JUAN CARLOS TALAVERA | 13-10-2020
Ilustración: Erick Zepeda
Ilustración: Erick Zepeda

CIUDAD DE MÉXICO.

A mediados de los años cincuenta, el poeta Salvador Novo (1904-1974) escribió 80 poemas satíricos que dedicó a personajes de la cultura mexicana como Diego Rivera, Frida Kahlo, José Vasconcelos, Juan Soriano, Fernando Benítez, Jaime Sabines y hasta Sor Juana Inés de la Cruz, los cuales ahora son rescatados en una nueva edición de Sátira, el volumen que compila aquellos poemas injuriosos y provocadores y que, en su momento, causaron el enojo de Octavio Paz.

De ahí que, Paz afirmara que Novo “tuvo mucho talento y mucho veneno, pocas ideas y ninguna moral. Cargado de adjetivos mortíferos y ligero de escrúpulos, atacó a los débiles y aduló a los poderosos; no sirvió a creencia o idea alguna, no escribió con sangre, sino con caca. Sus mejores epigramas son los que, en un momento de cinismo desgarrado y de lucidez, escribió contra sí mismo. Eso lo salva”.

Yo creo que sí fue muy tajante Octavio Paz en ese sentido y no creo que hubiera sido algo pasajero. No sé hasta qué punto, pero sí hubo una enemistad, más allá de una rivalidad. No sé si a raíz de este libro o hubiera otras situaciones que provocaran ese distanciamiento. En el caso de Novo podemos ver su actuar en los años 60 y ahí también hay una disparidad entre él y Paz, quien renunció a la embajada de la India al día siguiente de la masacre de Tlatelolco, mientras que Novo ensalzó a Díaz Ordaz. Esto implica que su divergencia empezó por la poesía, pero iba más allá de ésta”, comentó el editor, narrador y ensayista Jaime Soler Frost.

El volumen, que será presentado en una videocharla el jueves 15 de octubre en las redes sociales de la Galería Kurimanzutto (@KurimanzuttoGaleria), compila 80 sonetos, décimas, coplas, espinelas, quintillas y sextillas reunidas por Novo a lo largo de casi cuatro décadas, entre 1926 y 1969.

Sin ser experto en la obra de Salvador Novo ni en la de ningún poeta, creo en lo que dice Luis Felipe Fabre –quien sí ha explorado a fondo la poesía de Novo–, que quizá ésta no es una obra menor, sino una obra mayor que ha permanecido oculta y disfrazada de algo que, en su momento, era impresentable, escandalizante y ofensivo”.

Sin embargo, en la factura de los poemas está ese talento que el propio Paz le reconocía, advirtió. “Así que, quizá, no sea una obra menor, sino una obra mayor que él mantuvo oculta y que no quiso mantener con sus amistades, porque sabía que tenía grandes poemas que necesitaba dar a conocer. Así que fue mayor su orgullo que la autocensura por estos poemas”.

 

ERRATAS Y MORBO

 

De acuerdo con Jaime Soler, Sátira es un libro que Novo empezó a escribir en los años 20 del siglo pasado.

De hecho, los primeros poemas están dedicados a Diego Rivera, mientras él estaba pintando los murales de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en tiempos de Vasconcelos, cuando los Contemporáneos tuvieron un enfrentamiento con Rivera, quien los había satirizado en aquellos murales”, explicó el narrador y ensayista.

Pero también hay un testimonio de un escritor asturiano que estuvo en México, en los años 30, quien entrevistó a Novo y le recitó algunos de estos sonetos satíricos perfectamente ejecutados, durísimos”, apuntó.

Este libro ha tenido tres ediciones previas de escasa circulación, de las cuales una tenía los nombres censurados y otra registraba importantes errores del editor, explicó.

Como en este volumen agrede a mucha gente, la primera edición de 1955 muestra los nombres incompletos o disimulados con puntos suspensivos. Después, en la de 1970 ya aparece completo el registro de los destinatarios, con nuevos poemas y viñetas de máscaras de teatro griego; y, en la de 1978, publicada por editorial Diana, aún puede conseguirse en librerías de viejo, la cual tiene múltiples fallas”.

Por desgracia, dijo, “fue una edición descuidada, malhecha y con numerosas erratas que intentaron provocar el morbo de los lectores. Incluso, le agregaron un subtítulo que no iba al caso ‘El libro cabrón’, pero luego se autocensuraron y le pusieron ‘El libro ca…’, así que no es una edición que valga la pena consultar”, advirtió.

Esto llevó a los editores de Alias a recuperar el formato de la edición de 1955 y los textos de 1970, revisados por Novo y su editor Alberto Dallal, con textos de 1926 a 1969, en donde satiriza, se burla y agrede a mucha gente del campo cultural mexicano, como pintores, dramaturgos, colegas poetas, estudiosos de la literatura y da un panorama de sus filias y sus fobias”, abundó.

El editor coincidió en que gran parte de los poemas incluidos en Sátira tienen una importante carga de humor.

Me parecen muy divertidos y a la distancia escandalizantes hasta cierto punto. Seguramente a los receptores del poema no les debió causar mucha gracia, pues recordemos que en la primera edición se autocensuró, al no poner los nombres completos, pero se sabe que mucha gente iba a su casa a las tertulias para escucharlos de viva voz del poeta, los cuales pueden ser un divertimento, pero también nos hablan de la mitad del siglo XX”, concluyó.

Salvador Novo fue poeta, dramaturgo, cronista e historiador. De estilo vanguardista, ácido y sofisticado, publicó más de 20 libros y fue abiertamente homosexual, pese al estigma social de la época. En 1924 publicó el drama teatral La señorita Remington y en 1925 dio inicio a su carrera poética con XX poemas.

Fundó con Xavier Villaurrutia y el apoyo de Antonieta Rivas Mercado la revista y el teatro experimental Ulises, en 1927, que propició la llegada del teatro vanguardista a México y reunió a los principales integrantes del grupo de Los Contemporáneos. En 1953 fundó La Capilla en Coyoacán e ingresó a la Academia Mexicana de la Lengua (AML), y fue nombrado Cronista de la Ciudad de México.

 

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