Desentrañar lo perverso; la escritora Neige Sinno reflexiona sobre el abuso sexual

La escritora francesa publica en español ‘Triste tigre’, en el que reflexiona sobre el abuso que sufrió de niña por parte de su padrastro

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Foto: Cortesía Hay Festival

¿Por qué cuando escuchamos una historia de abuso siempre pensamos que es algo que le toca al de afuera? Cuando sabemos de una forma muy clara que esto sucede en todas las familias, en todos los entornos, en todas las clases sociales”, cuestionó tajante la escritora francesa Neige Sinno (1977).

En el conversatorio inaugural de la novena edición del Hay Festival Querétaro, que sostuvo anoche con la narradora mexicana Elvira Liceaga, la novelista y traductora afincada en México compartió las razones por las que escribió Triste tigre (Anagrama), un libro a medio camino entre la autobiografía y el ensayo, en el que reflexiona sobre el abuso sexual que sufrió de niña por parte de su padrastro.

El propósito de este volumen era crear un espacio de inteligencia compartida. Y cuando escucho la gran variedad de lecturas interesantes e inteligentes que ha provocado, me demuestran que esto funciona”, afirmó tras detallar, según cifras de distintos países, que una persona de cada diez es víctima de abuso.

Lo que quise hacer es observar. Intentar deshacerme de ideas falsas, de miedos, para ser capaz de observar muy de cerca qué es lo que viví. Lo que te pasa nunca es un abuso o una violación, sino ‘un juego, amor, algo entre tú y yo’ o algo que no se nombra.

Siempre hay un sistema mental que es una mentira. Pero durante el tiempo de la agresión, no hay de otra más que creérsela, porque invaden la mente de la víctima. Lleva años deshacer el discurso del agresor”, confesó.

La doctora en Letras por la Universidad de Aix-Marsella, además de narrar su experiencia, aborda temas como la violencia sexual, la maldad, el trauma, el silencio, pero también la verdad y la libertad, en este título que cimbró el año pasado a la sociedad francesa y este 2024 ella misma tradujo al español.

Con “la rabia intacta”, admitió, y después de vencer su vergüenza y prejuicios, decidió contar las violaciones de las que fue víctima de los siete a los 14 años. “El libro está lleno de altibajos, de momentos de entusiasmo y de momentos desesperanzados, en los que digo ‘esta montaña no la voy a poder mover yo sola’”, agregó.

El que se atreve a hablar, se vuelve el chivo expiatorio de la sociedad. En una forma parecida a lo que pasa en la infancia cuando no hablas”, añadió.

Y aceptó que una de las consecuencias de esa experiencia es que, “hoy en día, me sigue fascinando la violencia. Me sigue persiguiendo este interés por saber por qué lo hizo, qué sucede para ellos. Es algo que no puedo evitar. Estoy fascinada por mi verdugo, por quien me ha hecho daño. Por eso, quiero que dejemos de verlo de lejos como un hecho sórdido. Me propongo ir desenmarañando qué sucedió 40 años después”.

Para Elvira Liceaga, Triste tigre es un libro durísimo, pero al mismo tiempo maravilloso. “Yo nunca había leído un testimonio que no sólo se preguntara por la violencia, por quién la ejerce y por qué la ejerce, sino que mostrara la complejidad de lo que es

la sobrevivencia.

¿En qué consiste ser sobreviviente? No se es sobreviviente, sino que se está sobreviviendo. Y si se está sobreviviendo es porque se está todos los días, continuamente, lidiando con lo que la violencia dejó en nosotras”, explicó.

Indicó que la historia se cuenta de “una manera muy especial en la que nos permite mirar lo oculto, lo perverso, la violencia, confiando en que tenemos la capacidad y la responsabilidad de verla, aunque no se entienda. Porque sólo si de verdad la vemos, podemos hacer algo para cambiarla”.

Comentó que, al compartir Sinno su atroz vivencia, “reveló también ese sistema de silencios y apariencias que nos permite sortear que somos una sociedad en la que muchísimas personas fueron abusadas sexualmente de niñas o niños. Somos una sociedad que no ha hecho lo suficiente para evitarlo y protegerlos”.

Liceaga concluyó que “creo que si todo el mundo leyera este libro y entre esos lectores hubiera un padrastro, un tío, un maestro, un padre, que es el perfil del común de los agresores de los niños, tal vez ellos decidan no pasar al acto al conocer cómo la víctima queda marcada”.

UN ANTÍDOTO CONTRA LA POLARIZACIÓN

En estos nueve años hemos escuchado cientos de charlas, conferencias y debates. Hemos analizado al mundo de manera colectiva”, comentó ayer Cristina Fuentes, directora internacional del Hay Festival, durante la inauguración de la novena edición de este encuentro en Querétaro.

La literatura nos permite entrar en el cerebro humano. Festivales como éste son un antídoto contra la polarización, porque nos imaginamos mundos más justos.

Este año tendremos un banquete de ideas de participantes de 22 países”, agregó antes del corte de listón en el Teatro de la Ciudad.

En la breve ceremonia participó además Luis Nava, presidente municipal de Querétaro, quien destacó que en esta entidad “creemos en el poder de las ideas de hacer realidad lo que somos capaces

de soñar”.

El funcionario señaló que “hoy más que nunca necesitamos esperanza y de ideas críticas que nos ayuden a descubrir los problemas. Las ideas son el mejor recurso para imaginar nuevas realidades”.

El Hay Festival Querétaro realizará sus actividades hasta el próximo domingo.

Virginia Bautista / Enviada

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