Andrés Newman: el lenguaje como vínculo afectivo

En los primeros tres o cuatro años, explica el escritor español de origen argentino Andrés Neuman (1977), “suceden las cosas más importantes de nuestra vida: nacemos, aprendemos a respirar, a alimentarnos, a ponernos en pie, a conocer nuestro cuerpo y a hablar. Casi todo. Pero esto sucede en la penumbra, porque no lo recordaremos”.

Por esta razón, el novelista observó acuciosamente cómo sucedían estos procesos en su hijo Telmo y fue registrándolos, para después elaborar 95 estampas breves, en las que plasma su convivencia y su relación con el bebé, de septiembre de 2021 a septiembre de 2023, sus primeros dos años de vida.

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Así nació el libro Pequeño hablante (Alfaguara), que concibe como un tributo a la primera infancia y a la lengua; que surge después de escribir Umbilical, que abarcaba toda la etapa preverbal de Telmo, seis meses antes de su nacimiento y sus primeros seis meses de vida.

Creo que el cordón umbilical y las palabras son lazos de unión muy fuertes. Cuando eres padre y no ha habido gestación ni parto, ¿qué tipo de vínculo íntimo puedes establecer incluso antes de que exista la lengua. Ésa fue la pregunta. La respuesta es que puede haber toda clase de vínculos”, afirma en entrevista.

*TÍTULO: Pequeño hablante

*AUTOR: Andrés Newman

*EDITORIAL: Alfaguara, México, 2024; 132 pp.

Como hombre y potencial papá, te convencen de que, si no puedes gestar, alumbrar y amamantar, no debes pretender tener un vínculo profundo con tu hijo. Se habla poco de las razones por las que nos ha costado trabajo cuidar históricamente.

Encontré varios vínculos; el cuerpo, el tenerlo piel con piel, tomarlo entre los brazos; la palabra, acompañarlo en su aprendizaje verbal, participar con él; y la memoria, tanto de cómo se construye la memoria de la criatura, como la de los padres, que en la crianza se juegan su propia infancia”.

LA DIFICULTAD DEL APRENDIZAJE DEL HABLA

Al también filólogo y lingüista lo sorprendieron varias cosas. “Me llamó la atención lo difícil que es aprender a hablar y a caminar, pues se cree que las criaturas aprenden rápido. Pero están 24-7 aprendiendo. Se caen diez mil veces antes de caminar; balbucean uno o dos años antes de hablar, se esfuerzan, no paran.

Me sorprendió la tenacidad y la dificultad del lenguaje y recuperé el valor, la belleza y la complejidad de cada sílaba. Para mí, fue un reenamoramiento poético del lenguaje”.

Newman destaca que la gramática “son fases que se dan de manera intuitiva y natural en el niño. Primero vienen los sustantivos, después las preposiciones, los adjetivos, los adverbios y los verbos. Es claro el turno de las palabras”.

Indica que “con este título cierro este díptico que no fue planeado así, pero al final fue un buen ejercicio sobre el poder de las palabras para construir la identidad”.

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*mcam