Prevén usar TEO en temporada de lluvias; obra, al 98 por ciento

CIUDAD DE MÉXICO.

El Túnel Emisor Oriente (TEO), el drenaje más largo del mundo, está a punto de ser terminado, pues lleva un avance de 98 por ciento.

Medirá 62.1 kilómetros de longitud, inicia en Río de Los Remedios, entre la Ciudad de México y el Estado de México, y termina en Atotonilco de Tula, Hidalgo. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) estima que operará  en esta temporada de lluvias.

La obra requirió más de 10 años de planeación y construcción, y al menos 23 mil millones de pesos de inversión, aunque la Conagua no ha informado el monto final.

Con su capacidad de conducir 150 mil litros de agua residual por segundo, el TEO será la principal infraestructura contra inundaciones en la Zona Metropolitana del Valle de México, y servirá de reforzamiento al sistema de drenaje profundo que está saturado.

“Los desbordamientos en el río de los Remedios y en otros lados eran producto de que el drenaje estaba saturado, no a punto de colapso, pero si no se hacía una obra como ésta se corría un riesgo muy grande de que sí se colapsara”, explicó Ricardo López, coordinador de Residentes de Obra del TEO.

Dentro de las últimas labores está la de extraer la tuneladora Hidalgo, que es la última de las seis que se ocuparon para excavar el túnel, en la lumbrera 14, en Jaltenco. También, en la lumbrera 17, en Huehuetoca, se colocan los últimos 6.5 kilómetros de revestimiento con concreto especial, observó Excélsior en un recorrido.

El TEO requiere un doble revestimiento debido a que las aguas residuales producen gases agresivos que desgastan el material.

Esta característica y su longitud hacen del TEO el túnel de drenaje más grande del mundo, indicó López.

Los ingenieros de Conagua reconocieron que el TEO tiene, al menos, un año de retraso debido a los tipos de suelo que han encontrado durante la excavación, como los terrenos de basalto.