Völler por Flick: Alemania en problemas

• Están acostumbrados a reconstruirse.

Hace unos días, Japón, con su triunfo de visitante 4 a 1 sobre Alemania, desencadenó una decisión inédita para el futbol teutón: terminar prematuramente con el contrato del técnico nacional. La nueva victoria nipona (ya lo habían hecho en Qatar) fue el detonante para que sucediera por primera vez desde que se creó el cargo, en 1926, el despido de un técnico de una histórica Mannschaft.

Hasta que determinen el sustituto de Hans-Dieter Flick, el director Deportivo de Selecciones, Rudi Völler, será el encargado de dirigir el equipo; una solución que nunca me parece la más oportuna. Entrenar y ser director deportivo son profesiones diferentes que requieren de distintas habilidades, y en la capacidad de los protagonistas de entender los límites de las funciones de cada uno, muchas veces se cultivan los éxitos y los fracasos de los proyectos deportivos. No tengo porqué dudar sobre las intenciones de Völler de sólo encargarse de la transición hasta la llegada del nuevo técnico, pero tampoco puedo entender cómo una estructura como la alemana no tiene alguien con la capacidad para agarrar el equipo provisoriamente sin que tenga que ser el director deportivo el que asuma una posición que, como poco, condiciona la visión integral que debería tener del proyecto en un momento de crisis como el actual.

Habiendo dicho lo anterior, soy incapaz de subestimarlos; son alemanes. Luego de la desastrosa participación en la Euro 2000, donde no superaron la fase de grupos, los responsables del balompié alemán se dieron cuenta de que debían replantearse su estructura de formación de jugadores y entrenadores. Para ello tomaron una transcendental decisión: implementar un proyecto de academias con altos estándares de calidad de obligatorio cumplimiento para los 36 equipos de 1ra y 2da división. Esa transformación tuvo sus frutos en Brasil 2014 y levantaron la Copa del Mundo por cuarta vez.

Alemania es un país acostumbrado a reconstruirse. Cuando en 1945 las tropas soviéticas doblegaron Berlín, no sólo se marcó el fin de la barbarie nazi, sino que fue el renacimiento de la actual Alemania moderna y plural que en poco más de 70 años se convirtió en la nación más influyente de Europa. Si pudieron con ello, cómo no van a volver a acomodarse futbolísticamente, su debacle actual, sin dudas, es pasajera. Le volverán a encontrar la vuelta y muy pronto, a mi pesar, los veremos levantando copas e irrigando la sensación de que son inexpugnables.

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