Mejorar el producto
Esta semana se jugarán los cuartos de final de la Liga MX. Ocho equipos quedan en la pelea por el título tras la disputa por primera vez en la historia de la fase final del playin. En general, tanto en la asistencia a los estadios, como en lo deportivo, se podría ...
Esta semana se jugarán los cuartos de final de la Liga MX. Ocho equipos quedan en la pelea por el título tras la disputa por primera vez en la historia de la fase final del play-in. En general, tanto en la asistencia a los estadios, como en lo deportivo, se podría considerar un éxito la implementación del sistema que copia lo hecho por la NBA desde la temporada que se vio afectada por la pandemia. De nueva cuenta, las eliminatorias a partido único despertaron el interés de la afición y propiciaron un mejor espectáculo que el que se suele ver en las eliminatorias a ida y vuelta, en las que además, tanto en cuartos de final como en semifinales, existe la desafortunada regla de la posición en la tabla.
La Liga MX ha buscado afanosamente la manera de generar el interés de una afición desilusionada por lo que sucede con la Selección Nacional (que a pesar del crecimiento que se ha tenido en las últimas tres décadas no ha podido meterse en la élite internacional), así como porque el producto del campeonato local ha perdido brillo con liguillas en las que participan más del cincuenta por ciento de los equipos, propiciando una enorme mediocridad en la fase regular, y que en lugar de generar la búsqueda de la excelencia cada semana, trae el conformismo de saber que los tres puntos en disputa de cada jornada han perdido valor; eso sin olvidar la terrible decisión de la abolición del descenso, que, a pesar de que nos lo quieran vender como algo positivo, le ha pegado al nivel del campeonato. No tener equipos que pierdan la categoría ha generado que varias instituciones ni se preocupen por armar un plantel digno de la primera división.
Se presume de competitividad cuando en realidad los mismos equipos de siempre son los que pelean por los campeonatos, además de que es difícil encontrar partidos que realmente valgan la pena, eso lo ve un amplio sector de la afición, harta de un producto de segundo nivel y que, con múltiples opciones deportivas para ver cualquier día de la semana, ha preferido no sintonizar los partidos por televisión o ha dejado de ir a los estadios.
No debe sorprender que los aficionados se hayan alejado. Para muestra, lo sucedido durante el reciente torneo la Liga MX, que contó con un bajo promedio de asistencia si sumamos las entradas de todos los inmuebles, apenas un triste 51 por ciento.
Los dirigentes dirán que hay varios factores que afectaron la entrada de fanáticos a las 17 jornadas, y es cierto que la economía no está en un gran momento, que se pasó por una crisis generada por diferentes factores, entre ellos la pandemia. Pero no se pueden escudar en eso, y menos cuando pregonan el nivel y calidad de la Liga MX. Debe existir un análisis acerca de qué han hecho mal y qué pueden mejorar para que las personas estén dispuestas a dedicarle tiempo a su producto.
