Arantxa Chávez revela a qué se debió su error en el trampolín

TOKIO.

Arantxa Chávez llegó a Tokio 2020 con la experiencia de haber sido olímpica en Río 2016 y se paró en el trampolín de tres metros de la fosa de clavados del Centro Acuático de la capital nipona con toda la ilusión de hacer historia. Pero el destino le tenía preparado algo muy diferente, en su tercer salto en la prueba preliminar, Arantxa perdió la brújula y no pudo terminar su clavado, generando así uno de los momentos más tristes para México en la justa olímpica, un cero que esfumó las aspiraciones de la clavadista nacional.

Entre lágrimas compartió en exclusiva para Excélsior lo que pensó después del trágico clavado. 

Me siento muy mal, muy triste. Hubiera querido que este día hubiera sido diferente. Tuve que terminar la competencia, era lo que tenía que hacer. Solo me queda agradecer a la gente que me apoyo, entrene mucho, pero las circunstancias no se dieron. Estoy devastada", comentó con lágrimas en los ojos. 

Arantxa cree que le faltó preparación para la justa olímpica y que esto influyó en sus ejecuciones. 

Estaba tranquila, pero caí mal a la tabla y ya no pude hacer el clavado. En los otros dos estaba muy nerviosa porque mis aspiraciones ya habían terminado. Me costó mucho trabajo, pero fue un año muy difícil y no había tenido competencias porque desde el 2018 fue la última', sentenció. 

Este trágico momento la llevó a pensar en retirarse para siempre de los clavados. 

Me preguntó mi entrenador al final que quería hacer ahora y lo que pasó por mi mente primero fue abandonar todo y justo me dijo que necesito preparación psicológica y me dijo que hay que levantarse", aseguró Arantxa Chávez quien también buscará sacarse la espina en París 2024.

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