¿Qué es un soufflé? Conoce todas las formas de hacer este platillo
Conoce qué es un soufflé, cómo se prepara, su origen y las distintas maneras de hacerlo en casa, tanto en versión dulce como salada.

Conoce qué es soufflé, un platillo muy famoso en la cocina francesa por su textura suave y ligera. Se puede servir como postre o como platillo salado, y lo que lo hace especial es su aspecto esponjoso que se infla al hornearse.
Su éxito depende de una técnica sencilla, pero precisa: incorporar aire en la mezcla a través de claras de huevo batidas y mantenerlo estable mientras se hornea.
¿Qué son los soufflés?
Un soufflé es una preparación que se basa en el aire atrapado dentro de las claras de huevo batidas. Cuando se hornea, ese aire se expande y las proteínas del huevo se endurecen, creando la textura esponjosa característica.
La base del soufflé puede ser salada (como una salsa bechamel con queso o verduras) o dulce (con crema pastelera o chocolate).
Puntos importantes en un soufflé:
- El aire en las claras es lo que le da volumen al soufflé.
- La mezcla base debe tener la consistencia justa: cremosa, no demasiado líquida ni muy espesa.
- Consejo para el hogar: usa huevos a temperatura ambiente para que monten mejor.
Asegúrate de que los utensilios estén bien limpios y secos, y añade unas gotas de limón o una pizca de cremor tártaro al batir las claras para que mantengan su forma.

Origen del soufflé
La palabra soufflé viene del verbo francés souffler, que significa “soplar” o “inflar”. Los primeros registros de este platillo aparecieron en recetarios franceses del siglo XVIII. En el siglo XIX, chefs franceses perfeccionaron la técnica y convirtieron al soufflé en uno de los símbolos de su gastronomía.
Con el tiempo, su fama se extendió por el mundo y hoy es uno de los platos más admirados por su presentación y su delicadeza. Seguir las reglas clásicas del soufflé (como cuidar la temperatura, el punto de las claras y el tiempo de horneado) es la mejor manera de conseguir un buen resultado, igual que lo hacían los cocineros franceses originales.
¿Cómo se debe hacer un soufflé?
1. Prepara la base:
- Versión salada: prepara una salsa espesa con mantequilla, harina y leche. Luego agrega yemas y el ingrediente principal, como queso rallado, puré de espinacas o champiñones.
- Versión dulce: haz una crema pastelera o derrite chocolate y mezcla con yemas. La base debe estar tibia antes de añadir las claras, para que no se cocinen antes de tiempo.
2. Monta las claras:
- Separa las claras de las yemas con cuidado.
- Bate las claras hasta que formen picos firmes.
- Puedes agregar una pizca de sal o unas gotas de limón para estabilizarlas.

3. Mezcla con cuidado:
- Añade una parte de las claras a la base para aligerarla.
- Luego incorpora el resto con movimientos envolventes para no perder el aire.
4. Prepara los moldes y hornea:
- Unta los moldes con mantequilla y espolvorea harina (o azúcar si es un soufflé dulce).
- Llena hasta tres cuartas partes.
- Pasa una cuchara por el borde interior para ayudar a que suba parejo.
- Hornea a 180–200 °C: los individuales tardan entre 12 y 18 minutos, y los grandes entre 18 y 30. No abras el horno hasta casi el final.
5. Sírvelo al momento:
- El soufflé alcanza su punto perfecto justo al salir del horno y comienza a bajar al enfriarse. Sírvelo enseguida.
6. Errores comunes:
- Restos de yema o grasa impiden montar las claras.
- Si se mezcla con brusquedad, se pierde el aire.
- Si el horno no está caliente, el soufflé no sube.
- Si se abre el horno demasiado pronto, se baja.

El soufflé combina ciencia y precisión, pero también paciencia y práctica. Su textura única se logra gracias al aire que se incorpora en las claras y a la base que lo sostiene. Respetar los tiempos, las temperaturas y las proporciones es la clave para que quede perfecto. Con algo de práctica, cualquier persona puede preparar un soufflé esponjoso y sabroso, ya sea de chocolate o queso.
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