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La reunión

Yuriria Sierra

Yuriria Sierra

Nudo gordiano

Estados Unidos está decidido a retomar el rumbo que llevaba previo al mandato de Donald Trump. Reubicarse como el líder, en primera instancia, de esta región. Por eso, Joe Biden pronunció esas palabras al inicio del encuentro virtual con Andrés Manuel López Obrador: “Durante la administración Obama-Biden, nosotros decidimos que íbamos a tratar a México como iguales. Todo lo que ustedes hagan repercute para nosotros y para América Latina y el éxito de ustedes se esparce en el continente…”, la misma línea que cuando se encontró con Justin Trudeau una semana antes.

Sin embargo, a pesar de la cordialidad de este primer encuentro, son evidentes las visiones distintas en temas importantísimos, como lo es el manejo de la pandemia. Horas antes de los saludos virtuales, la Casa Blanca rechazó la posibilidad de compartir sus vacunas con nuestro país, como lo sugirió López Obrador por la mañana. La portavoz de Biden dejó claro que Biden tiene la mira puesta en la inmunización de todos sus habitantes, antes de pensar en distribuir fuera de sus fronteras las vacunas que se producen en su país. Desde el inicio del gobierno de Biden, la vacunación tomó mayor velocidad. A cinco semanas del redireccionamiento de los ejes contra covid-19, ya rebasaron los 75 millones de dosis aplicadas y han logrado distribuir más de 96 millones. La cifra de inoculaciones crecerá más rápido con la llegada de la vacuna de Johnson & Johnson, recién aprobada por la FDA. En EU aún resta una tercera parte del programa de 100 días usando cubrebocas que decretó Biden el día uno de su administración.

“Ambos líderes se comprometieron a trabajar juntos para combatir la pandemia de covid-19, revitalizar la cooperación económica y a explorar áreas de colaboración frente al cambio climático. También destacaron la importancia de combatir la corrupción y de cooperar en materia de seguridad…”, se lee en la declaratoria conjunta tras la reunión. Las diferencias sobre la emergencia sanitaria son claras, tal como lo son el resto de los frentes que expresan que van a resolver juntos. Está pendiente la alerta de legisladores en EU sobre los puntos del T-MEC en riesgo por la política energética. El combate al cambio climático choca por completo con proyectos como Dos Bocas o la Ley de Reforma de la Industria Eléctrica que está en la mesa del Congreso mexicano. En cuestiones de seguridad, permanece la fractura tras la detención y liberación del general Salvador Cienfuegos. Tras un par de años de relación amistosa con Donald Trump, que incluso valieron palabras fraternas a López Obrador en su último día de mandato, México y EU reconocen la importancia de su relación y su reconfiguración, que inició en el terreno migratorio. La posibilidad de dar residencia a 11 millones de personas, como lo estima el plan presentado en DC, sería el primer gran paso rumbo a la reconstrucción de un lazo que podría estar de nuevo en riesgo, con Trump advirtiendo que en cuatro años puede volver.

 

Qué bien que Estados Unidos abre su agenda con la región, qué bien que México también esté dispuesto al trabajo conjunto. Nos conviene a todos.

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