Otros datos

Cada vez que se da a conocer alguna información en la que el presidente Andrés Manuel López Obrador no está de acuerdo, la refuta argumentando que él tiene otros datos, y si lo dice, no hay por qué dudarlo.

El mandatario también ha dicho que en su gobierno no son iguales a sus adversarios, a los gobiernos neoliberales, al PRI, a los conservadores, a Carlos Salinas de Gortari, entre otros, porque no son hipócritas, cuidan la honestidad y la congruencia… pero, los legisladores morenistas tienen otros datos. 

Esta semana Inés Parra Juárez acusó a su compañero de bancada y partido Sergio Mayer de recibir moches de hasta 30% a cambio de aprobar proyectos culturales, de la misma manera que Martí Batres acusó a varios de sus compañeros de haber recibido cañonazos, alias sobornos, para apoyar a la senadora Mónica Fernández, del equipo de Ricardo Monreal, como nueva presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara Alta.

En este mismo caso, en lo que se refiere a la congruencia, Yeidckol Polevnsky, dirigente nacional de Morena, también tiene otros datos, pues señaló que era vergonzoso que se hicieran maniobras para ensuciar el proceso interno de elección. Y ni hablar de las acusaciones que hay a los diputados locales de Baja California de todos los partidos, incluyendo Morena, de haber recibido incentivos económicos para cambiar el periodo de gobierno de Jaime Bonilla, de 2 a 5 años.

Por otro lado, el Presidente ha señalado que la economía va muy bien, requetebién, pero el Inegi tiene otros datos. Este viernes informó que el Producto Interno Bruto durante el segundo trimestre creció cero, nada, ni un céntimo. No importa, como México tiene un pueblo feliz, feliz, feliz hay que festejar que no hubo decrecimiento. Es más, algunos dirán que estar en cero es salir tablas, ni frío ni calor, ni caro ni barato.

Se ha convertido en deporte nacional renunciar a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero. Este viernes volvió a correr, oootra vez, el rumor de que ya no estaría en la dependencia, versión seguramente alentada por el regaño que el Presidente le dio a ella y a su subsecretario Ricardo Peralta Saucedo, después de que dijeran que se habían llevado a cabo reuniones con grupos armados, pero la exministra también tiene otros datos y por enésima vez salió a decir que está más firme que nunca y que esas versiones de la renuncia o la enfermedad son difundidas por sus traviesos adversarios.

El Ejecutivo también ha dicho que la venganza no es su fuerte, pero, seguramente Carlos Ahumada, Juan Collado y Rosario Robles tienen otros datos.

El viernes López Obrador señaló durante su conferencia de prensa mañanera que si se tratara de responsabilizar por el desastre de México, se tendría que empezar por los expresidentes, porque “nada de que no sabían ni de que ellos no autorizaron todos los latrocinios que se cometieron en los 36 años de periodo neoliberal”, pero hasta el expresidente Enrique Peña Nieto tiene otros datos, porque de otra manera no se explicaría verlo feliz, recorriendo Europa, despreocupado y de la mano de su novia.

Viendo esto y, con todo respeto, el mandatario debería cambiar su discurso cuando se compare con sus adversarios y hablar en primera persona y no en plural, porque muchos morenistas traen en sus venas el ADN de esos simuladores, sepulcros blanqueados, hipócritas, ladrones, mafiosos y eso no se cura ni se quita ni con el manto sagrado de la 4T. Además, cada vez se demuestra que el verdadero enemigo de Morena son sus propios miembros y que el poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente.