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El estado de los 11 ríos, Sinaloa 4T

Ricardo Peralta Saucedo

Ricardo Peralta Saucedo

México correcto, no corrupto

Sinaloa es el estado más apasionado del norte del país. Después de Tabasco, es la entidad federativa que más votos aportó proporcionalmente en el 2018 al triunfo de la Cuarta Transformación. Es, sin duda, un estado eminentemente obradorista y, así, con orgullo, lo dice el noble pueblo primordialmente agrícola.

Su ubicación, en los límites de Sonora, Chihuahua, Durango, Nayarit y el mar de Cortés, le hacen tener un espacio natural y estratégico, privilegiado para todo tipo de cultivos. Se le conoce como el “granero de México”.

El Golfo de California le hace tener una zona pesquera inmejorable que lo posiciona como líder de esta actividad económica a nivel nacional. La cultura del estado se remonta a la época prehispánica, donde los chichimecas centraron su base social y cuando menos se compartió con otras siete etnias diferentes.

Por su propia geografía, en la época colonial se le conocía como el Estado de Occidente, territorio compartido con el actual Sonora. No fue hasta el siglo XIX cuando se le otorgó mediante decreto su calidad de estado libre y soberano. La lucha revolucionaria en Sinaloa fue vital para esa gesta patriótica quienes desde la sierra combatieron bajo el mando de Álvaro Obregón.

Con sus 18 municipios, Sinaloa ha sido gobernado por 43 gobernadores desde inicios del siglo XX, y destaca que a partir de la creación del PNR no ha existido ningún otro partido político diferente al PRI, salvo la aberración de PRD y PAN en asociación política con nefastos resultados y cuentas pendientes.

La academia tiene un gran blindaje moral y cuando se conjuga con la impecable lucha social otorga frutos de alto prestigio como inteligencia, elocuencia, honestidad, respeto y alta sensibilidad social. Estos calificativos coinciden en el senador Rubén Rocha Moya, exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Un hombre culto que ha escrito 13 obras literarias y que inició su carrera en el ramo educativo como profesor de primaria, quien además es normalista.

Su origen popular le hace mantener una estrecha relación afectiva real con la idiosincrasia del sinaloense, su propuesta de impulso al estado de bienestar, al desarrollo económico humanista y al impulso del uso de la ciencia y tecnología para la transformación de todas las actividades económicas del estado son su apuesta como candidato a gobernador.

Rubén Rocha Moya es un hombre de sobrados méritos, padre de familia excepcional, amigo entrañable y un ser humano feliz que convence, además de su trayectoria, por su congruencia histórica entre el pensar y hacer.

La atracción de inversiones para el estado da certeza a quien apueste por la Cuarta Transformación, pues encabezará un gobierno honesto apegado a la legalidad con visión plural y de inclusión, donde la democracia será la base para la toma de decisiones y como enorme prioridad serán los grupos marginados de la población.

Un pueblo alegre como Sinaloa donde abunda la cultura popular, música extraordinaria y vastísima y suculenta gastronomía merece un gobierno digno, serio y con un compromiso de responsabilidad social sin precedentes, lo más lejos posible de la frivolidad pueril de otros aspirantes con ofertas cuestionables e ignorantes que contienden por la gubernatura.

La tierra de los once ríos. Se llama así por sus diversos afluentes que cruzan toda la entidad, donde en algún momento conforman una red que se interconecta, así es la red social que se moviliza en todo el territorio en favor de Rubén Rocha Moya como apóstol de la Cuarta Transformación en Sinaloa. Se convierte así, con casi 30 puntos de diferencia respecto a sus demás competidores, como la opción ganadora en Sinaloa. Son noticias de esperanza y anhelo de porvenir tan necesitada en la región y todo nuestro país.

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