Una campaña seria y responsable
Es completamente deseable que las campañas venideras sirvan al país y a la ciudadanía para conocer a fondo los problemas que afrontará el país en poco tiempo y que van a requerir soluciones serias y responsables.
En los próximos diez días, México conocerá el tamaño de la confrontación que se avecina en la contienda por la Presidencia. El 3 de septiembre, el Frente Amplio por México dará a conocer el resultado de su método de selección de su candidata a la Presidencia, que combina una encuesta nacional y la votación ciudadana sobre un padrón de aproximadamente 2.2 millones de personas que se registraron para expresar su opinión. El día 6 del mismo mes, Morena abrirá un sobre blanco que contendrá el nombre de la persona seleccionada por encuesta para representarlo en la contienda presidencial de 2024. Sólo faltará saber qué decide Movimiento Ciudadano sobre su candidatura presidencial. Tiene tres opciones. Una es sumarse a la candidatura de quien represente al Frente Amplio por México, a través de un acuerdo específico y particular. Otra opción es unirse a la coalición agrupada por Morena y aliados, lo que significa perder todo asomo de independencia. Por último, tiene la alternativa de lanzar una candidatura propia, al margen de los dos grandes bloques que se han construido, arriesgándose a perder el registro legal debido a sus escisiones internas. Es completamente deseable que las campañas venideras sirvan al país y a la ciudadanía para conocer a fondo los problemas que afrontará el país en poco tiempo y que van a requerir soluciones serias y responsables. Enumeremos algunos de esos problemas que deberán afrontarse sin demagogia ni simplismos ideológicos.
Salud. El desmantelamiento del sistema de salud en este sexenio no sólo destruyó los mecanismos de compra y reparto de medicinas a escala nacional, sino que dejó a 33 millones de mexicanas y mexicanos, adultos, niños y niñas, sin acceso a los servicios básicos. Fue un error estratégico de este gobierno pensar que el IMSS pudiera incorporar a todos los ciudadanos como beneficiarios de sus servicios, cuando su estructura interna responde a otra lógica, a la de una relación tripartita entre empresarios, trabajadores y gobierno. Echarle encima a millones y millones de nuevos pacientes sólo producirá deterioro y colapso del sistema de salud del IMSS por completo. Las candidaturas tendrán que ofrecer soluciones viables y abstenerse de ofrecer ideología y retórica como instrumento para atender estos reclamos.
Crimen. Sin ley y sin Estado de derecho no hay país. Por tanto, habremos de recibir propuestas muy concretas sobre cómo abordar esa problemática, enfocada a acotar y sofocar los focos, literalmente, insurreccionales del narcotráfico que existen en el país. Comunidades enteras huyen a EU apanicados por los secuestros y matanzas. En esencia, el crimen organizado debe ser derrotado y reducido de ser el problema de seguridad nacional que es hoy, a ser un problema de seguridad pública, manejado por policías municipales y estatales bien entrenados y equipados para la tarea. Sólo así podrá acabar la ola de violencia en toda la nación.
Militarismo. La militarización del país es un problema creado por este gobierno. Los estamentos militares no pueden ni deben ser empresarios y buenos soldados. Los militares deben regresar a su función constitucional. Convertir a los generales en empresarios es un acto perverso, no sólo de confundir su funcionalidad, sino que también crea incentivos para su deformación permanente, al convertirlos en actores de la esfera política. Educación. La recuperación de un sistema educativo manejado con criterios pedagógicos y científicos será tarea del siguiente gobierno. Tendrá que rechazar la idea de ideologizar e idiotizar a los educandos. Escuelas de tiempo completo y maestros permanentemente en proceso de capacitación es lo que requiere un país que pretende progresar. Un presupuesto agrandado y suficiente es responsabilidad de un gobierno comprometido con la niñez. Política exterior y economía. México es parte esencial de América del Norte primero y, luego, del resto de América Latina y el mundo. No debe ser parte de bloques que promueven dictaduras ni a regímenes que invaden otros países para ampliar sus esferas de influencia. La asociación con la economía de América del Norte es una decisión estratégica que debe asumirse sin titubeos ni pruritos ideológicos. El desarrollo económico y la asociación con América del Norte son divisas esenciales para la gobernanza futura de México.
Éstos son, entre otros, los grandes temas que la futura campaña electoral tendrá la obligación de abordar con seriedad y responsabilidad, ofreciendo soluciones creíbles. Una campaña dedicada a lemas ideológicos llevará el país a más polarización. Y eso no buscamos la mayoría de quienes habitamos este gran país.
