Coyoacán marca rumbo
Algo que no se entiende de Giovani es que su irreverencia no es radicalidad, sino la síntesis de un pensamiento formado a través de prismas distintos: empresario, deportista, viajero, político...
Si algo ha marcado la gestión político-administrativa de Giovani Gutiérrez como alcalde de Coyoacán, ha sido su carácter irreverente. A cada paso ha provocado confusión entre propios y extraños acerca de las estrategias y tácticas que ha aplicado. Esto sucede porque, mientras hace análisis y piensa fuera de los parámetros tradicionales, tanto amigos como contrarios lo analizan desde la cuadratura de sus propias concepciones. Y eso, casi invariablemente, hace que no logren entender sus intenciones, expresiones o acciones.
Algo que no se entiende de Giovani es que su irreverencia no es radicalidad, sino la síntesis de un pensamiento formado a través de prismas distintos: empresario, deportista, viajero, político, que lo hacen resistente al encuadre ideológico rígido. Esto es guía y medida en la evolución de su filosofía política.
El día de ayer Giovani presentó su Cuarto Informe de Gobierno, en el estacionamiento del estadio Azteca (ahora estadio Banorte). Ese generoso espacio permitió que una asistencia de 33 mil personas, confirmadas con QRR, pudiera encontrarse con comodidad y sin problemas de protección civil ni de estacionamiento. En un día soleado presentó el informe con imágenes de video mostrando los logros de su gestión en 27 minutos. Suficiente tiempo para decir lo que se tenía que decir.
Acompañado de esa masiva concurrencia de evidente apoyo, Giovani siguió siendo irreverente.
Encabezando un gobierno con el apoyo del PAN, PRI y PRD, el alcalde saludó y agradeció el apoyo recibido por los gobiernos de Claudia Sheinbaum (Marina, Guardia Nacional) y de Clara Brugada (Secretaría de Seguridad Ciudadana, apoyos de recursos suplementarios para obras). Para algunos, esas expresiones les han parecido la confirmación de la preferencia del alcalde por los gobiernos de Morena, en detrimento de la oposición. Aquí entra la irreverencia de Giovani: siempre será un hombre de diálogo y de buenas maneras, incluso cuando enfrenta arteras traiciones. Y vaya que ha enfrentado esas situaciones.
También agradeció especialmente la presencia de Eréndira Cruzvillegas Fuentes, consejera jurídica de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México. Y la sentó junto a la senadora Alejandra Barrales, de Movimiento Ciudadano. Cruzando el pasillo se encontraban Beatriz Paredes, del PRI, y Jorge Romero, presidente nacional del PAN. Un ejemplo de pluralidad y tolerancia, recomendable para cualquier institución del Estado mexicano. Otra irreverencia.
En su discurso, el alcalde habló del cumplimiento del deber legal y moral del gobierno que encabeza. Del buen y transparente uso de los recursos de la alcaldía, provenientes de los impuestos que pagamos todos los mexicanos. En los rubros de seguridad, obras, servicios urbanos, participación ciudadana, cultura, desarrollo social, ordenamiento territorial, derechos humanos y transparencia de control de gasto, explicó la estrategia y táctica de cada uno.
Lo más relevante del evento, después de confirmar la rendición pública de cuentas ante la sociedad, fue la masiva concurrencia de vecinas y vecinos de Coyoacán. Nunca en la larga historia de Coyoacán algún gobernante había logrado la asistencia de 33 mil ciudadanos a un ejercicio democrático de esa envergadura. Detrás de esa asistencia tan copiosa existe una historia que se tiene que entender y contar.
Durante los últimos cuatro años, el gobierno de la alcaldía ha estado promoviendo la política del trabajo territorial planificado, científicamente preparado y en coordinación con todas las áreas administrativas y políticas de la alcaldía. Ese trabajo implica acudir todas las semanas a tocar puertas de las casas, atendiendo las demandas ciudadanas y previniendo emergencias, además de dar apoyos cuando éstos se requieran. Es un trabajo que hacen tanto funcionarios como líderes comunitarios para consolidar la presencia de un gobierno cercano a la gente y con vías de comunicación abiertas para recibir necesidades y quejas de la comunidad.
El énfasis en priorizar el trabajo territorial por encima del trabajo político entendido como estrictamente partidista es otra señal de la irreverencia de Giovani. Se siente más cómodo ganando la simpatía de los ciudadanos que ganando una votación interna en el partido.
El de Coyoacán es un ejemplo de cómo hay que hacer el trabajo de gobierno, bajo la premisa del contacto ciudadano directo. Eso es lo que se tiene que hacer sí se quiere ganar elecciones. Las elecciones se ganan con trabajo territorial. Las estrategias de mercadotecnia deben ser un complemento a la presencia territorial, pero nunca la podrán sustituir. Las elecciones se ganan en territorio, no en las redes.
Para quienes están pensando en las elecciones de 2027, observen cómo se trabaja en Coyoacán. Ahí se está marcando la ruta a seguir. Y la ruta es clara: trabajo territorial sin sectarismo ni exclusiones, pero con ideas claras y propuestas precisas.
Así, Coyoacán marca la ruta a 2027.
