Cuba, gobierno amigo
• En el fondo, se puede ver que el programa de los médicos cubanos tiene poco que ver con la medicina
Raro, por decir lo menos, el gran cariño y aprecio que el gobierno de México expresa por los regímenes represores como el cubano o el venezolano.
A nadie con dos dedos de frente, le queda duda que en Cuba son pisoteados los derechos humanos y no existe libertad de expresión. Que sus gobernantes se han hecho millonarios a expensas de un pueblo que vive en condiciones de miseria. Que las elecciones no son libres, y la sociedad civil es aplastada. Que la oposición es encarcelada.
No se puede negar. El régimen cubano representa de cuerpo entero esas dictaduras latinoamericanas que tanto daño le han hecho a sus países y cualquier apoyo que se le da es una validación de sus prácticas antidemocráticas.
De ahí que resulte verdaderamente desconcertante el amor que Andrés Manuel López Obrador le expresa a ese gobierno y a su presidente Miguel Díaz-Canel, que fue el invitado de honor en los festejos de la Independencia de México del año pasado.
Pero en esa relación entre los dos países hay más mugre de lo que se percibe en la superficie. Por ejemplo, no se ha transparentado la información de la contratación de los cientos de médicos cubanos —algunos de los cuales presuntamente no tienen título para ejercer la profesión— que llegaron a México durante la pandemia de covid-19.
El capricho de los médicos cubanos no sólo nos costó 255 millones de pesos como pago por sus servicios, sino puede salir mucho más caro, pues ya se han levantado alertas en Estados Unidos.
Hace algunos meses, congresistas estadunidenses de origen cubano pidieron a su gobierno que investigara las presuntas violaciones por parte de México al Tratado entre
México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Según la carta enviada, los médicos cubanos se ven “obligados” a trabajar en el extranjero, dado que sus familias “corren peligro” si no lo hacen, además que se les “roba” el salario, lo que pone en jaque a las obligaciones en materia laboral del acuerdo comercial.
En el fondo, se puede ver que el programa de los médicos cubanos tiene poco que ver con la medicina. Se trata más bien de una agenda política por medio de la cual el gobierno de López Obrador apoya a su amigo Díaz-Canel. Lo mismo ocurre con el acuerdo que se tiene con el gobierno de Cuba para adquirir su vacuna Abdala contra covid-19, sin importar que no esté aprobada por la OMS.
Incluso, el gobierno de López Obrador declaró que financiará una serie de programas sociales en Cuba para “fortalecer el desarrollo social y las capacidades económicas, sociales y ambientales de diferentes comunidades rurales de la isla del Caribe”. Es el apoyo abierto y sin restricciones ni condenas al régimen cubano.
Ahora el mandatario visitará Cuba como parte de su gira por Centro y Sudamérica, lo que evidencia que ambos gobiernos tienen una visión común en la cual la democracia y el voto libre es algo que no se le puede dar al pueblo, no se vaya a “equivocar” votando por alguien más.
Y, mientras el Presidente juega con cerillos y le pica la panza al principal socio comercial y estratégico de México, el gobierno abiertamente aplaude y apoya, con nuestros impuestos a un reconocido dictador. ¿En qué se está convirtiendo nuestro país?
- *Maestro en Administración Pública por la Universidad de Harvard y profesor en la Universidad Panamericana.
Twitter: @ralexandermp
