¡Sin las mujeres, perdemos el rumbo!

El 20 de abril de 1922, Florence Gordon y Grace Munro, dos mujeres australianas preocupadas por la falta de servicios y recursos para mujeres y niños en zonas rurales y remotas de Australia, organizaron una conferencia en Sídney, que luego se convirtió en la ...

El 20 de abril de 1922, Florence Gordon y Grace Munro, dos mujeres australianas preocupadas por la falta de servicios y recursos para mujeres y niños en zonas rurales y remotas de Australia, organizaron una conferencia en Sídney, que luego se convirtió en la Asociación de Mujeres Rurales (CWA). Cien años después, actualmente CWA es el mayor grupo de apoyo y promoción regional y rural en Australia. Cuando pensamos en la CWA, a menudo pensamos, triste y erróneamente, en mujeres rurales que se reúnen para platicar y tomar el té con pastelillos. Pero esta pintoresca imagen no hace justicia a la importante contribución de la CWA a la historia y economía de Australia. Durante la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión, la CWA elaboró y distribuyó paquetes de alimentos y donó ropa reciclada. Mantuvieron al país de pie mientras los hombres luchaban en la guerra.

Luego, el 27 de julio de 1942 se crearon las Fuerzas Terrestres de Mujeres Australianas (AWLA), tomando como base una agrupación militar británica similar. Durante la Segunda Guerra Mundial, muchas mujeres, incluyendo adolescentes, ofrecieron servir como voluntarias en la AWLA para trabajar en las granjas de toda Australia y sustituir a los hombres que estaban peleando nuevamente en otra guerra. Fue así como ellas mantuvieron a nuestra nación alimentada y al sector agrícola produciendo alimentos.

Cuando los precios internacionales de la lana se desplomaron, fomentaron y defendieron el consumo local. Muchas mujeres se pusieron a tejer para enviarle a los hombres en el frente de batalla calcetines de lana, chalecos y otros artículos.

Nuestra industria de la lana sobrevivió gracias a la promoción y cuidados de ellas. Tomó 40 años reconocer las aportaciones de estas mujeres y su servicio prestado durante conflictos armados, pero ahora ya pueden marchar, y lo hacen, en nuestros desfiles militares. Hoy, las mujeres sirven en nuestras Fuerzas Armadas, no sólo como enfermeras, sino como soldados, pilotos y marinos en combate junto con nuestros hombres.

Hoy, como lo han hecho a lo largo de la historia de Australia, contribuyen de forma indispensable a nuestra libertad y seguridad.

Australia no es único en este sentido. Por todo México hay mujeres trabajando en comunidades rurales y remotas como prestadoras de servicios y cuidadoras. Las mujeres mexicanas también forman parte de las Fuerzas Armadas, incluyendo la Guardia Nacional, y trabajan para proteger a México y su gente.

Actualmente, México forma parte del Consejo de Seguridad de la ONU y promueve una agenda de política exterior feminista. Ya sea en Australia o en México, reconocer el papel de las mujeres en nuestras sociedades, y las labores indispensables que desempeñan, son vitales para nuestro futuro.

¡Vivan las mujeres de Australia, México y de todo el mundo!

Espero sus comentarios en downunder.mexico@dfat.gov.au o en Facebook y en Twitter como @AusEmbMex *Embajador de Australia en México

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