Los temas de salud, abandonados

El sistema público de salud en México francamente fue desarticulado por la administración actual, empeorando todos los indicadores en salud.México parece permanecer en una especie de esquizofrenia colectiva provocada por los políticos. Parece que es un mal regional, ...

  • El sistema público de salud en México francamente fue desarticulado por la administración actual, empeorando todos los indicadores en salud.

México parece permanecer en una especie de esquizofrenia colectiva provocada por los políticos. Parece que es un mal regional, existen liderazgos en Latinoamérica con características parecidas: un hombre fuerte al que la ley le parece poca cosa, rodeado de un séquito de personajes muy secundarios, incapaces de aportar casi nada a los gobiernos, y muy preocupados por adular y señalar la genialidad del líder; lo que le refuerza la enfermedad mental provocada por un poder omnímodo.

Otro factor común que representan esos liderazgos enfermizos es que se identifican con las clases sociales más desfavorecidas haciéndoles sentir que ellos son integrantes de ese grupo y, por lo tanto, están siendo oprimidos por los “ricos o conservadores”. Es ridículo que alguien en una posición de tanto poder afirme que está siendo oprimido, pero es un discurso que los pobres quieren escuchar porque les brinda esperanzas, aunque en la realidad las cosas sólo están empeorando para ellos.

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El sistema público de salud en México francamente fue desarticulado por la administración actual, empeorando todos los indicadores en salud; por supuesto es difícil evaluar las cifras en este momento porque se atravesó una de las peores pandemias que ha vivido la humanidad, pero se empiezan a decantar hechos que ya se pueden evaluar; por ejemplo, la carencia de medicamentos de forma generalizada.

La respuesta del gobierno ha sido mala, lenta, ineficaz y basada en ocurrencias del “líder genial”, como la idiotez de la “megafarmacia”, que solamente obedece a conservar el capital político-electoral del Presidente, pero no soluciona absolutamente nada, es más, empeora el panorama porque se están desviando recursos millonarios para una estrategia condenada al fracaso más absoluto.

Por supuesto, la falta de medicamentos está provocando muertes prematuras e injustificables, difíciles de describir y todavía más difíciles de cuantificar; entonces al gobierno actual le tienen sin cuidado.

Las personas con escaso poder adquisitivo también tienen carencia crónica de información, no tienen los medios ni la educación necesarios para evaluar al gobierno y quizá lo único a lo que tienen acceso es a repeticiones de frases de la “conferencia de prensa” presidencial que prácticamente es un instrumento de propaganda política, sin ningún valor agregado. Esas personas difícilmente pueden diferenciar entre una muerte prevenible de algún familiar, de algún deceso producto de la desnutrición crónica que les aqueja; otra vez el gobierno, bajo estas condiciones, preserva su popularidad y asegura la continuidad sin importarle los resultados.

La catástrofe en términos de la atención médica de primer y segundo niveles se encuentra igual que la distribución de medicamentos o peor. Obviamente, tengo la certeza de que eso también condiciona miles de muertes injustificables, pero que se ocultan hábilmente en un discurso político que propone ideas absurdas o arroja manifestaciones escandalosas que no redundan en nada útil.

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En fin, después del daño que hizo la administración previa nunca pensé que la actual pudiera empeorar el panorama sanitario, pero tristemente me equivoqué. Ya lo lograron con creces.

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