Logo de Excélsior                                                        

¡Viejos los cerros!

Rafael Álvarez Cordero

Rafael Álvarez Cordero

Viejo, mi querido viejo

 

Hace unos días un amigo me preguntó para qué yo escribo esta columna si los viejos solamente quieren descansar, dormir y esperar la muerte. Me sorprendió esa actitud de quien hace años era un individuo entusiasta y optimista.

Y recordé la respuesta que escuché en mi infancia, cuando dos amigos de mi papá se encontraron y uno de ellos dijo: “Ya tienes el pelo blanco, ya estás viejo”.  A lo que el otro le respondió:  “¡Viejos los cerros, y reverdecen!”.

Ciertamente, nosotros no vamos a reverdecer, pero lo bueno, aquí lo he mencionado, es que hoy sabemos mucho más de lo que es el envejecimiento. Conocemos, sobre todo, más de la forma de vivir no sólo más años, sino también con más salud. De hecho, nosotros en México vivimos ahora más que nuestros abuelos, porque en el siglo pasado el promedio de vida era 30-40 años y ahora es de más de 75, pero el futuro está aquí y hay toda una industria que apuesta a la longevidad sana.

Dos pioneros en este tema son: Dmitry Kaminskiy, cofundador y socio gerente de Deep Knowledge Ventures, una firma de inversión que está apostando grande en IA y longevidad, y Margaretta Colangelo, quien afirma: “toda causa de muerte es, en principio, prevenible, me di cuenta de esto en la década de 1990 y desde entonces sigo muy de cerca las investigaciones sobre el envejecimiento”. Ellos hicieron un enorme libro sobre el tema y resumieron toda la información sobre lo que sabemos y lo que pronto sabremos del envejecimiento.

El optimismo de estos dos investigadores raya en lo increíble: escriben: “los cambios son tan impresionantes que incluso ahora podemos considerar el envejecimiento como una enfermedad, pero una enfermedad que esperamos revertir y curar en las próximas dos o tres décadas”.

Pero estamos aquí y como muestra de que “viejos los cerros” quiero dar aquí testimonio de dos viejos ejemplares, empresarios gentiles y exitosos que viven en Celaya. Ambos tienen ya más de 92 años: don Eugenio de la Fuente Pinocelli  y don José Luis Balderas Lomelin. Ellos dos acuden todos los días al campo de golf y juegan los 18 hoyos como jovencitos. Y al terminar, alegres departen con sus compañeros 20 o 30 años más jóvenes. Éste es un hermoso ejemplo de longevidad.

Estos y otros ejemplos que aquí he mostrado, como el gran corredor de maratones Ricardo el famoso Montero, quien después de estar enfermo y jubilado a los 60 años, comenzó a correr y a correr, entró a carreras y maratones en todo el mundo y corrió conmigo, hace cuatro años, ¡su carrera número mil! Lo que confirma que la actitud positiva y el ejercicio físico son condiciones necesarias para tener salud al paso de los años.

Y tú, estimado viejo, ¿cuidas tu vejez? Piensa que somos afortunados por vivir en este siglo y que puedes vivir más y mejor si cuidas tu salud, tu salud física y también tu salud mental, como don Eugenio, don José Luis y don Ricardo.

Nuestros nietos verán maravillas hoy inimaginables en el manejo del envejecimiento, pero lo que ahora tenemos es suficiente para seguir adelante con el mejor ánimo, porque “viejos los cerros”. 

 

*Médico y escritor.

 

 

Comparte en Redes Sociales