¿Qué vas a hacer?

Lamentablemente, estarás de acuerdo conmigo en que 2025 no fue un buen año para México.

Rafael Álvarez Cordero

Rafael Álvarez Cordero

Viejo mi querido viejo

Mi querido viejo: aquí estamos nuevamente, como hace 30 años, conversando cuando el calendario se desprende de las últimas hojas.

Aquí estamos, y seguramente, como yo, harás un recuento de lo que ocurrió en estos doce meses.

En primer lugar, celebrar que estamos vivos; en esos meses estoy seguro que, como yo, tú perdiste a un ser querido, un amigo, un compañero de escuela; esto es lógico porque ya tenemos muchos calendarios en las espaldas. Sé bien que cuando el deceso es por enfermedad, tenemos duelo, pero estamos en calma, pero cuando esto es consecuencia de un accidente, de un asalto, qué sé yo, la pena es mucho mayor, y es más grave cuando es consecuencia de una desaparición, porque los deudos nunca sabrán si su pariente está vivo o no, y eso causa dolor infinito.

Después de celebrar que aún respiramos, podemos hacer un recuento de todos los momentos felices que tuvimos con la familia, los seres queridos, los amigos, los compañeros, los vecinos, etcétera; estoy seguro que en este año viviste momentos gratos, algunos muy gratos, y los viviste plenamente: brindis, celebraciones, aniversarios, premios, trofeos, qué sé yo, alegraron tus días en este año.

Y, ciertamente, debemos recordar los momentos desagradables que la vida nos dio en este año: pequeños accidentes, enfermedades, malestares que no nos dejaban dormir, etcétera, y tuviste que acudir a tu médico de confianza para que hiciera el diagnóstico correcto y te administrara los medicamentos necesarios. Es posible que hayas tenido que someterte a una intervención quirúrgica, con los dolores y molestias consecuentes, pero eso ya pasó y aquí estamos revisando juntos todo lo que trajo 2025.

Lamentablemente, estarás de acuerdo conmigo en que 2025 no fue un buen año para nuestro México, vivimos la incertidumbre de siempre aumentada por las noticias de más asaltos, más secuestros, más muertes, junto con el aumento de enfermedades y fallecimientos por falta de medicamentos y fallas en los hospitales. Ciertamente, querido viejo, no vivimos en los mejores tiempos de nuestro amado país.

Pero debemos ver hacia adelante, querido viejo, siempre he dicho que, pase lo que pase, debemos enfrentar la vida con una sonrisa, que debemos pensar positivamente y desechar los temores y pensamientos negros. Alzar la cara y, con una sonrisa, decir con firmeza y determinación: “¡Estoy bien y de buenas!, estoy bien porque estoy vivo y con la mente lúcida, y estoy de buenas porque no sirve de nada estar de malas”.

Pronto veremos el nuevo año, querido viejo, y espero que lo recibas, como yo, con una amplia sonrisa y con los brazos abiertos para que cada día de 2026 traiga algo positivo y optimista para ti y todos los que amas.

Sería bueno que te reúnas con ellos y juntos hagan promesa de hacer todo lo posible para que sus deseos y proyectos se realicen plenamente.

Es mi deseo, querido viejo, y seguiremos en contacto.

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