México, creo en ti
Si puedes soñarlo, puedes hacerlo realidad. Pablo Picasso En la casa y en la escuela aprendimos a leer cuentos, historias, poesías y demás; nos llamaba la atención un poema escrito por el vate yucateco Ricardo López Méndez, titulado ...
Si puedes soñarlo, puedes hacerlo realidad.
Pablo Picasso
En la casa y en la escuela aprendimos a leer cuentos, historias, poesías y demás; nos llamaba la atención un poema escrito por el vate yucateco Ricardo López Méndez, titulado El Credo, cuyas palabras hacían vibrar de emoción:
México, creo en ti, como en el vértice de un juramento,
tu hueles a tragedia, tierra mía, y sin embargo ríes demasiado,
acaso porque sabes que la risa es la envoltura de un dolor callado.
Esas palabras y todo el poema quedaron grabados en mi mente desde aquellos años en que soñaba con abrirme paso en la vida.
Escribo estas líneas cuando sé que hoy desaparecerá el México que he conocido, todo lo que millones de mexicanos hemos hecho en decenios, en economía, desarrollo, medio ambiente, salud, comunicaciones, y sobre todo instituciones sólidas y confiables, desaparecerá. La culpa de todo esto la tiene un individuo execrable que cambió la verdad por la mentira, las leyes por componendas, la lógica por la locura, la libertad por el sometimiento, el respeto a los demás, por insultos, y manipuló a millones de mexicanos prometiéndoles lo que nunca pensó cumplir.
Escribo estas líneas pensando en El Vate López Méndez y miles de mexicanos que hicieron y hacemos lo necesario para educarse, progresar, vivir con salud y en paz, disfrutar de la vida, y a partir de hoy no seremos ciudadanos libres, sino sujetos al capricho de una cáfila de individuos impresentables que violan todas las leyes y ríen como hienas.
Escribo estas líneas dándome cuenta que el proyecto de transformación del país se convirtió en la destrucción de todo lo que por decenios hicimos para vivir mejor. La herencia del sexenio pasado sigue pesando ahora, y la persona que está en Palacio Nacional es incapaz de entender y solucionar lo que ocurre.
México tiene ahora el peor desempeño en economía, crecimiento 0.1%; en medio ambiente, devastación imparable; carreteras intransitables, ciudades inundadas, erosión y sequia por doquier. Pemex está quebrado y nadie lo puede o lo quiere rescatar, CFE contamina como nunca, la pobreza extrema aumenta, y en salud, millones de mexicanos sufren y mueren por falta de atención, mientras mienten al prometer una solución.
Pensando en El Credo, trato de imaginar lo que sucederá en todo el país: se celebrarán elecciones, únicas porque los candidatos fueron seleccionados por una “tómbola”, únicas porque no se necesitaron requisitos como capacidad intelectual o conocimientos de la materia, únicas porque están mezclados candidatos capaces con ignorantes, corruptos y delincuentes, únicas porque en colmo del cinismo les han dado a los votantes “acordeones” para que voten por Morena, únicas porque sólo el INE decidirá los resultados que no podrán ser cuestionados.
Así estamos a ya en el día cero, hemos perdido nuestras instituciones, desapareció el Poder Judicial, y ahora los ciudadanos seremos incapaces de cuestionar todas las atrocidades y no tendremos recursos para impugnar esas violaciones a las leyes, la lógica, y la inteligencia.
Por eso vuelvo a El Vate López Méndez:
México, creo en ti, porque si no creyera que eres mío,
el propio corazón me lo gritara, y te arrebataría con mis brazos
a todo intento de volverte ajeno, sintiendo que a mí mismo me salvaba.
Mucho tendremos que luchar todos los mexicanos libres para recuperar lo perdido y lo que perderemos hoy, mi amor por México me hace repetir el final del poema:
México, creo en ti, porque eres el alto de mi marcha,
y el punto de partida de mi impulso,
¡mi credo, patria, tiene que ser tuyo,
como la voz que salva y como el ancla!
No sé si viviré para ver el renacimiento y reconciliación de México, pero mis hijos seguramente lo verán.
