Logo de Excélsior                                                        

¿Habemus presidente?

Rafael Álvarez Cordero

Rafael Álvarez Cordero

Viejo, mi querido viejo

           Juzga a un hombre por sus preguntas, 

           no por sus respuestas. 

           Voltaire

 

Mientras usted está leyendo estas líneas, estimado amigo, un número indefinido de mexicanos volcarán sus fobias y sus filias ante una papeleta que la mayoría no entiende ni en su texto ni en su significado, pero que les permite sentirse parte de un juego siniestro que mira al pasado sin entender el presente.

Por supuesto, me refiero a la llamada consulta, que nació de la mente de un hombre rencoroso, envidioso y perpetuamente insatisfecho, que lucha con sus fantasmas del pasado y no atina a enfrentar con coherencia su presente; la Constitución mexicana lo reconoce como presidente desde diciembre de 2018, pero él no ha sabido estar a la altura de tal designación, por eso me pregunto: ¿habemus presidente?

Porque el sueño de muchos mexicanos desde la infancia es llegar a las más altas encomiendas, en la escuela los maestros afirmaban: “cualquiera de ustedes, si estudia y se prepara, puede llegar a presidente”; y es triste que, después de casi tres años, no haya en Palacio un presidente, sino un individuo que no sabe gobernar, que no sabe orientar a la nación, y no sabe coordinar esfuerzos para que el país tenga crecimiento y desarrollo y que los ciudadanos vivamos en armonía.

El inquilino de Palacio cuenta con un gabinete que él escogió, y al revisarlo nos damos cuenta que hay elementos buenos, malos y peores, algunos incluso corruptos, pero que sólo sirven de adorno, porque ni los consulta ni les hace caso, y ellos, como monjes cartujos, callan.

Y como vive presa de los rencores que acumuló desde su infancia, Andrés Manuel toma decisiones no son las de un político o un estadista, son viscerales, equívocas, perversas, que tienen ya consecuencias que nadie imaginó hace unos años.

México necesita una economía fuerte y vigorosa, pero él no sabe, no entiende y no acepta opiniones, por eso su secretario de Hacienda renunció ante su cerrazón que presagiaba una catástrofe económica; México necesita mejorar sus comunicaciones, pero él canceló un proyecto exitoso que habría incrementado el turismo y el comercio.

México necesita ver hacia adelante y crear un programa para enfrentar el cambio climático y abandonar las energías sucias y contaminantes, pero él cree que los aerogeneradores son “ventiladores que afean el paisaje”, y se empeña en apoyar a un Pemex que está endeudado hasta la coronilla y a una Comisión Federal de Electricidad que enferma y mata a muchos mexicanos.

México necesita salud, y él destruyó el sistema de salud, miles de enfermos y muertos evidencian su ignorancia, tozudez y desprecio a la vida; los expertos locales y de todo el mundo critican el manejo sanitario del país, y él, insensible, sigue en sus trece.

Por eso, y por muchas razones más, incluido su desprecio y falta de empatía hacia los miles de seres humanos víctimas de homicidios, feminicidios, desapariciones y defunciones vuelvo a preguntar: ¿habemus presidente?, porque en Palacio cada mañana aparece un hombre huraño, de ceño fruncido y sonrisa sardónica, verbo tambaleante con pausas inexplicables, que ve con desconfianza a quien se acerca a él, acusa de traidores a quienes señalan sus errores, que no gobierna ni sabe gobernar y miente, miente sin descanso inventando un mundo de fantasía que no existe, creyendo que por arte de magia lo que afirma será verdad.

Tiene razón Voltaire cuando pide que se juzgue a un hombre por lo que pregunta, no por lo que responde; ése es Andrés Manuel, que, como el hampón que lanza la piedra y esconde la mano, espera el resultado de la consulta que, sea cual sea, le permitirá seguir atacando al pasado y perder el tiempo mientras el país se desmorona cada día.

Reitero mi pregunta, ¿habemus presidente?, es triste vivir en un país en donde no existe el líder que se necesita para lograr la salud y el bienestar de todos sus ciudadanos.

Comparte en Redes Sociales