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El futuro de las celulitas grises

Rafael Álvarez Cordero

Rafael Álvarez Cordero

Viejo, mi querido viejo

Mi querido viejo: hace una semana hablamos de las celulitas grises de nuestro cerebro y de cómo cuidarlas, para que nuestro cerebro funcione como relojito todos los días de nuestra vida.

 

Ahora quiero darte un avance de lo que puede suceder en el futuro próximo, gracias a las investigaciones que se han realizado acerca de la enfermedad de Alzheimer. Como bien sabes, decenas de universidades y laboratorios del mundo están enfocando sus baterías para conocer este mal que afecta a 50 millones de personas en el mundo y causa un millón de muertes al año, pero que su evolución tórpida causa dolor y pesar no sólo a quien la sufre, sino a sus amigos y familiares.

Se han publicado resultados –aquí lo he hecho– de algunos métodos para prevenir este problema médico, que se basan en mantener activo el cerebro, hacer ejercicios mentales, tener actividad social, artística o cultural, y se ensayan algunos medicamentos, inhibidores de la colinesterasa o algunos que disminuyen los síntomas.

Lo que ahora te quiero comentar es algo que me llamó mucho la atención, porque desde hace tiempo tengo contacto con Margaretta Colangelo, fundadora del centro de investigación de envejecimiento Jthereum Corporation, y recibo sus publicaciones por demás interesantes.

La noticia que te quiero comentar es algo que parece de ciencia ficción, pero tiene bases muy sólidas: ella ha tenido contacto con el doctor Doug Ethell director de Leucadia Therapeutics, que tiene una teoría por demás revolucionaria: él encontró que hay en el fondo de la nariz una pequeña formación llamada plato cribiforme, que es una especie de filtro del líquido cerebroespinal, y ha encontrado que ese plato se va degenerando y ya no permite el flujo normal, con lo que se acumulan “desechos” de las células de esa región y ocasionan el Alzheimer.

Y ha diseñado un método para “liberar” el plato cribiforme a través de una inyección que se hace a través de la nariz, con lo que el líquido cerebroespinal vuelve a circular libremente y mejora la situación.

El trabajo ya está en curso y tanto la doctora Colangelo como el doctor Ethell consideran que tiene un futuro promisorio.

¿Qué te parece, querido viejo? Una de las maravillas de la ciencia es que los seres humanos no descansan buscando soluciones para problemas que antes eran insolubles. Así ha sucedido con muchas enfermedades que eran mortales y ahora no lo son, por lo que debemos seguir optimistas y pensar que pronto habrá novedades como ésta.

Pero… ¿qué hacer mientras?, ya lo hemos comentado, querido viejo, los viejos (y todos los seres humanos) debemos hacernos responsables de nuestra salud, cuidando la forma como nos alimentamos, como hacemos ejercicio, como ejercitamos las celulitas grises, cómo nos relacionamos con nuestros familiares, nuestros amigos, nuestros compañeros y todos los seres humanos.

La actitud positiva frente a la vida es tan importante o más que cualquier medicamento; el arte, la pintura, la música, la poesía, los viajes, la lectura, ejercitan nuestro cerebro y nos mantienen sanos por dentro y por fuera.

 

* Médico y escritor

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