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Mezcal

Pascal Beltrán del Río

Pascal Beltrán del Río

Bitácora del director

El martes pasado ocurrió una escena insólita en materia de manifestaciones en esta ciudad. ¡Y mire si los capitalinos no habremos visto ya cada cosa!

Al frente de una protesta de productores de mezcal iban el gobernador oaxaqueño, Alejandro Murat, y el presidente del Consejo Regulador de ese destilado de maguey, Hipócrates Nolasco.

En su camino hacia las oficinas del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) –para protestar contra la reciente ampliación de la zona de Denominación de Origen (DO) del mezcal– los manifestantes bloquearon Periférico y chocaron con granaderos.

La próxima vez que Murat reclame a los profesores de la CNTE u otra de tantas organizaciones sociales en Oaxaca por cerrar calles e impedir el acceso al aeropuerto, la central camionera o tiendas departamentales, los manifestantes no necesitarán otro argumento más que las fotos del gobernador haciendo lo mismo que ellos.

Pero vayamos a los hechos: los mezcaleros acudieron a las oficinas del IMPI para protestar contra la reciente decisión del organismo de otorgar a una serie de municipios de Aguascalientes, Estado de México y Morelos la autorización para producir, envasar y vender la bebida usando el nombre de mezcal, es decir, incluirlos en la zona de Denominación de Origen.

Existen 16 productos con registro de DO ante el IMPI, organismo encargado de aplicar la Ley de la Propiedad Industrial. La primera zona de su tipo se creó en 1974 para el tequila, que originalmente comprendía municipios de los estados de Jalisco, Michoacán, Guanajuato y Nayarit, y que luego, en 1977, fue ampliada a Tamaulipas.

En el caso del mezcal, la DO data de 1994 y la zona comprendía entonces municipios de los estados de Oaxaca, Guerrero, Durango, Zacatecas y San Luis Potosí. Posteriormente, recibieron su registro municipios de Guanajuato, Tamaulipas, Michoacán y Puebla. Y, a principios de este mes, el IMPI falló a favor de solicitudes presentadas por los tres estados mencionados dos párrafos arriba.

Con una producción de 85% del mezcal a nivel nacional, Oaxaca es la tierra reina de la bebida. Cuando uno piensa en mezcal es inevitable pensar también en Oaxaca, aunque a mí me ha tocado comprar el destilado en lugares de producción artesanal de Guerrero –hablo de antes de la creación de la DO– y probar mezcales de Zacatecas, Durango y Puebla.  

Ningún estado gana a Oaxaca por variedad de mezcales. Y, si es por gusto, los mejores provienen de ese estado. Por eso no entiendo la reticencia de que se amplíe la zona mezcalera, cosa que se hizo, como podrá usted leer más abajo, de forma legal.

La única explicación para querer impedir por la fuerza que se produzca mezcal en Aguascalientes, Estado de México y Morelos es un problema que por desgracia es muy común en el país: el miedo a la competencia.

Según yo, Oaxaca no tendría por qué temer que se envase mezcal morelense, hidrocálido o mexiquense, mientras la etiqueta de la botella diga claramente el lugar de origen de la bebida. Debiera, al contrario, confiar que su producto será el que más convenza a los bebedores de mezcal.

Para mí, la competencia va a ser buena: ampliará el número de consumidores y llevará a los productores a esmerarse en la calidad de lo que saquen al mercado. Ojalá ellos también lo vieran así, pero parece que prefieren un mercado más chico al que ellos ya saben cómo surtir.

Eso, claro, es opinable. Lo que no, es que Aguascalientes, Estado de México y Morelos cumplieron en tiempo y forma con la ley. Esos estados presentaron su solicitud al IMPI el 7 de octubre de 2016, el 30 de septiembre de 2016 y el 20 de febrero de 2016, respectivamente.

Después de pedir información, el IMPI publicó las tres solicitudes en el Diario Oficial de la Federación –como marca la ley– a finales de agosto de 2017. A partir de ahí se abrió un periodo para observaciones de 60 días –también establecido en la norma–, lapso en el que el Consejo Regulador del Mezcal no emitió, que yo sepa, opinión alguna. A principios de este mes, un año más tarde, el IMPI dio su visto bueno a los tres estados.

Sin embargo, el caso no termina legalmente ahí: cualquier quejoso puede acudir ante la Sala Especializada en Materia de Propiedad Intelectual, del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa para pedir que se revise el fallo del IMPI.

¿Por qué no hacen eso y prefieren bloquear Periférico? Quizá porque dicha sala ya antes dio un revés a quienes protestaron contra la ampliación de la DO en el caso de Puebla, estado que obtuvo el registro en marzo de 2017.

Señores, dejen que los consumidores decidan lo que quieren tomar. ¡Salud!

 

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