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México dejó que Granda se zafara de ser juzgado

Pascal Beltrán del Río

Pascal Beltrán del Río

Bitácora del director

 

 

Rodrigo Granda Escobar, el llamado canciller de las FARC, viajó a México el martes pasado sin saber que pesaba en su contra una orden de captura internacional por el papel que jugó hace 17 años en el secuestro y asesinato de la empresaria Cecilia Cubas, hija del expresidente paraguayo Raúl Cubas.

Granda visitaba el país como invitado a un seminario organizado por el Partido del Trabajo.

Trece horas después de su llegada, se embarcó en el vuelo 187 de Avianca de regreso a Bogotá, que despegó a la 1:47 de la mañana y aterrizó en el aeropuerto El Dorado cuatro horas después.

La historia de la breve estancia de Granda en México tiene muchos huecos. Rodrigo Londoño, otro exmiembro de las FARC e invitado también al seminario del PT, colocó un video en redes sociales en el que denunció, ocho horas después de su llegada, que Granda no había podido salir del aeropuerto.

Una tarjeta informativa de la Secretaría de Relaciones Exteriores dice que “debido a una alerta de Interpol, no se le permitió el ingreso a territorio nacional”. Dicha alerta, agrega, fue subida “mientras volaba la delegación” en la que viajaba Granda. “Tras ser retenido, se hicieron las gestiones internas y se le notificó que sí se le concedía el ingreso a México”. Sin embargo, Granda decidió regresar a Colombia.

Aquí surgen muchas preguntas: ¿Por qué se le permitió volver a su país, habiendo una alerta de Interpol? ¿Qué hizo el gobierno mexicano para conocer la naturaleza de los cargos contra Granda? ¿En qué momento pasó de retenerlo a permitirle la entrada? ¿A qué se refiere la Cancillería cuando dice haber recibido una comunicación del gobierno paraguayo para solicitar su detención y extradición, pero que “el interesado” ya había salido de México “antes de que la petición pudiera ser considerada”? ¿Cuál era el obstáculo legal para retenerlo unas horas a fin de obtener mayor información?

La acusación que enfrenta en Paraguay es muy seria. Comunicaciones capturadas han mostrado que, desde 2002, las FARC habían elegido a Cecilia Cubas como blanco de secuestro. En 2005, la policía colombiana concluyó que el plan fue coordinado por medio de correos electrónicos entre Rodrigo Granda, Orley Jurado Palomino, también miembro de las FARC, y Osmar Martínez, fundador del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), que llevó a cabo el secuestro. Este último había viajado a Venezuela para encontrarse con los colombianos.

Cecilia Cubas fue secuestrada el 21 de septiembre de 2004 por hombres armados que ametrallaron su camioneta y la sacaron a rastras de ella, cuando estaba por llegar a su casa en Asunción. Los captores pidieron un rescate de cinco millones de dólares, aunque luego bajaron sus pretensiones. El 12 de noviembre, la familia entregó 300 mil dólares. Cecilia, quien entonces tenía 31 años de edad, fue asesinada en Navidad. De acuerdo con la autopsia, fue enterrada viva. Su cuerpo fue descubierto el 16 de febrero de 2005 en Ñemby, un suburbio de la capital.

En 2006, Osmar Martínez fue juzgado por el crimen y condenado a 35 años de prisión. Murió en la cárcel el 7 de diciembre de 2015.

En 2017, otros dos miembros del EPP, Óscar Luis Benítez y Lorenzo González Martínez, participantes ambos en el secuestro, fueron detenidos en Brasil, donde se ocultaban. En 2019, Benítez fue extraditado a Paraguay y en junio de este año fue condenado a 34 años de cárcel, luego de decir que estaba arrepentido y que el secuestro se había realizado en nombre de una ideología en la que ya no creía. La extradición de González sigue pendiente.

Al permitir que Granda dejara territorio mexicano y regresara a Colombia –de donde no puede ser extraditado, porque así lo establecen los acuerdos de paz de 2016 entre las FARC y el gobierno–, se perdió la oportunidad de llevar ante la justicia al autor intelectual del crimen contra Cecilia Cubas.

La decisión de México de dejarlo ir ¿fue por incompetencia, afinidad ideológica o un persistente disgusto por el discurso que pronunció el presidente paraguayo Mario Abdo Benítez en la reciente reunión de CELAC?

 

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