Logo de Excélsior                                                        

El reto de la inseguridad

Pascal Beltrán del Río

Pascal Beltrán del Río

Bitácora del director

Hace justo una semana escribí en este espacio que el Presidente estaba convenido de que si quiere cerrar con buenas cuentas el sexenio y aspirar a una segunda Presidencia para su movimiento necesita forzosamente resolver el acertijo de la inseguridad (Los amigos y los otros, 9 de julio de 2021).

Ayer, en su conferencia mañanera, Andrés Manuel López Obrador lo confirmó. “Si no terminamos de pacificar a México —dijo—, por más que se haya hecho, no vamos a poder acreditar históricamente a nuestro gobierno”.

La víspera, ahí mismo en Palacio Nacional, el tabasqueño recibió a los 17 gobernadores electos y en funciones emanados de Morena para sostener una reunión con su gabinete de seguridad. No hay otro tema más importante en este segundo tramo del periodo presidencial que la contención de la violencia criminal que ya se está desbordando en diversas regiones del país, incluso afectando la gobernabilidad.

¿Quién puede negar que la delincuencia organizada ha creado un Estado paralelo en zonas de Michoacán, Zacatecas, Tamaulipas, Guerrero y Chiapas, por mencionar algunos estados?

En muchas de las entidades más violentas, es cuestión de semanas para que tomen las riendas los gobernadores que fueron electos el pasado 6 de junio y que son correligionarios del Presidente.

De ellos y de López Obrador, la gente no espera otra cosa de forma más apremiante que devolver la seguridad a las calles y los caminos, las colonias y los pueblos. Será especialmente difícil la tarea para Alfredo Ramírez Bedolla, en Michoacán; David Monreal, en Zacatecas; Alfonso Durazo, en Sonora; Evelyn Salgado, en Guerrero; Marina del Pilar Ávila, en Baja California, y Rubén Rocha, en Sinaloa.

Hay historias de terror todos los días en este país, pero elijo una para mostrar la dimensión del reto: el asesinato y descuartizamiento de una pareja y su joven hijo, quienes habían salido de Aguascalientes para ir a visitar familiares y aparentemente tuvieron la mala fortuna de toparse con un retén de criminales. La noticia generó algo más que indignación en la ciudadanía hidrocálida: el espanto de saberse rodeados de franjas de territorio sin ley, en Zacatecas, Jalisco y Guanajuato, al punto de que empresarios de la entidad llamaron a no viajar más allá de sus límites.

La criminalidad se ha vuelto el principal tema de conversación en el país. No hay usuario de transporte público que se desplace sin temor a ser asaltado. No hay camionero que no se encomiende a la divinidad antes de salir a carretera. No hay dueño de negocio que no haya escuchado historias de extorsión. No hay familia que no se encierre con varias llaves por las noches y no ruegue que sus hijos regresen sanos y salvos del mandado.

Por la reunión del miércoles y sus declaraciones del jueves, el Presidente está consciente de lo que tiene que hacer. “Es hasta un desafío político”, aceptó. Lo que está en duda es si, en algún punto, tendrá la capacidad de cambiar las estrategias que a todas luces no han servido o seguirá insistiendo en aplicar su fórmula de abrazos, no balazos, convencido de que funciona y de que, como dijo ayer, lo va a demostrar.

 BUSCAPIÉS

*La conferencia mañanera en Palacio Nacional, que con frecuencia ha servido de foro para enlodar a personajes incómodos para el gobierno, podría convertirse en una arena para dirimir las diferencias entre los presidenciables del oficialismo. Ayer se lanzó una pregunta sobre las capacidades del canciller Marcelo Ebrard y la pertinencia de que compita en las lejanísimas elecciones de 2024. Y esto apenas comienza.

*El conflicto por la dirigencia del Consejo Regulador del Mezcal amenaza con derivar en problemas sociales en regiones que viven de la producción de esta bebida, cuyo consumo se ha decuplicado en una década. La Secretaría de Economía, a cargo de Tatiana Clouthier, no debe demorarse más en reconocer la elección de Abelino Cohetero Villegas, avalada por la asamblea de socios, contra la intención de la directiva anterior de imponer a un sucesor.

Comparte en Redes Sociales