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Biden y la seguridad en México

Opinión del experto nacional

Opinión del experto nacional

Por Carlos Matienzo

No es novedad que cuando hay un cambio de gobierno estadunidense viene una sacudida en la seguridad mexicana. La llegada de Joe Biden a la presidencia, un mandatario que buscará a toda costa diferenciarse de Donald Trump, no será la excepción. Muchos se han enfocado en los riesgos de la nueva relación bilateral, pero en esta materia, hay ventanas de oportunidad que México podría aprovechar.

1.- La política de drogas. Joe Biden ha manifestado en diversas ocasiones una opinión favorable hacia la legalización de las drogas y hacia un enfoque de salud pública frente a las adicciones. Más allá de lo que suceda en territorio estadunidense, México puede sacar provecho de esta postura para avanzar en su propia reconducción de la política de drogas.

La legalización de aquellas de bajo impacto en nuestro territorio podría reducir los ingresos de las organizaciones criminales por el narcomenudeo en las ciudades. Por otro lado, se podría impulsar una industria nacional de medicamentos que provienen del opio (como la metanfetamina o la codeína) para su consumo en nuestro sistema de salud, incluso para exportarla a la industria farmacéutica si se superan las barreras del restrictivo marco regulatorio internacional. Lo cierto es que México es uno de los mayores productores ilegales de amapola, pero importamos los medicamentos que provienen de esta planta. Contar con un mercado lícito ayudaría a reducir la tierra disponible para el cultivo ilegal.

2.- El mayor control de armas. Uno de los asuntos a debate en Estados Unidos durante los próximos años será el de la venta y uso de rifles de asalto. Para algunos se trata casi de un derecho sagrado que les da la segunda enmienda. Para otros, es la causa principal de los frecuentes tiroteos masivos en ese país. Biden se encuentra entre los segundos. Si la restricción en la venta de rifles de asalto va en serio durante su administración, nuestro país podría verse beneficiado. Lo anterior porque las organizaciones criminales mexicanas han aprovechado la laxitud del mercado estadunidense para aumentar su capacidad de fuego. Valdría la pena sumarnos a la exigencia de una mayor regulación e incluso cabildear en el congreso estadunidense en favor de aquellas restricciones que nos beneficiarían

3.- La nueva postura migratoria. Para Biden, la reconducción de la política migratoria es central y en ella buscará tener un enfoque más humanitario. En consecuencia, el gobierno mexicano debería replantear el rol que ha jugado la Guardia Nacional en la detención de migrantes tras las presiones de Donald Trump.

Mientras un importante número de elementos se han utilizado para estos fines, entidades con problemas de seguridad han quedado desatendidas. En estados como Oaxaca y Chiapas, por ejemplo, el despliegue de guardia por kilómetro cuadrado es casi cuatro veces superior al de Sonora. México debería reducir la presencia de la Guardia Nacional en la frontera sur, para aumentarla en lugares como el Pacífico o el Bajío, donde hay serios problemas de criminalidad y violencia.

El cambio de gobierno en Estados Unidos presenta estas y otras oportunidades para que México replantee lo que hasta ahora no ha funcionado en materia de seguridad. En lugar de seguir postergando el reconocimiento de López Obrador hacia Biden como presidente electo, deberíamos enfocarnos en cómo podemos aprovechar los vientos de cambio que soplarán desde territorio estadunidense.

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