Efecto Trump

En los últimos cinco años, alrededor de 650 mil migrantes centroamericanos y caribeños han sido repatriados desde nuestro país.

EUNICE RENDÓN*

Los tuits del presidente Trump no van a cambiar. Seguirá utilizando el poder de las redes y su impulsiva forma de comunicar para insultar a nuestro país, sin información confiable y a la deriva. Esto mantiene cerca de sus cerca, y ha resultado un buen distractor de otros asuntos de su gobierno. Además, hasta el reciente mensaje de Peña y la revisión de tratados bilaterales propuesta, parecía no tener costo alguno en término de la relación bilateral.

Trump amaga con salir del TLC, con sacar a dreamers e indocumentados, con un muro, con políticas antiinmigrantes y ahora con militarizar la frontera, que en tan sólo un día, se transformó en contar con la Guardia Nacional, sin armas en la región que divide ambos países. También, a su estilo, ante la nota de una caravana migrante transitando por México, un día critica en redes sociales las políticas de nuestro país y lo culpa de facilitar la llegada de centroamericanos a territorio americano y dos días más tarde, alaba las mismas políticas, mencionando que gracias a su exigencia a nuestras autoridades de parar la caravana, ésta se diluye.

A diferencia de lo dicho por Trump, México le hace la chamba a Estados Unidos en nuestra frontera sur. El problema es que, al no contar con negociaciones integrales, es a cambio de nada. En los últimos cinco años, alrededor de 650 mil migrantes centroamericanos y caribeños han sido repatriados desde nuestro país y en ocasiones, en violación a sus derechos humanos. La crisis de menores no acompañados y las solicitudes de asilo ha disparado también, con picos de hasta 60 mil niños transitando y con aumento de hasta 1029% en las peticiones de asilo en nuestro territorio. Menores y migrantes de tránsito, han sido vítimas y poblaciones de coptación por parte del crimen organizado. El endurecimiento de la política migratoria, la salida de Estados Unidos del Tratado de las migraciones de Naciones Unidas y el discurso racista, han hecho que migrantes de diversas latitudes queden varados en nuestro país. Existe una disminución de 60% en el intento de entrada al territorio americano y en una reducción de 17% en arrestos fronterizos. México es una pieza fundamental para evitar la llegada de más personas al vecino país del norte, además de formar parte de estrategias antidrogas y seguridad como lo podemos constatar con los proyectos de Iniciativa Mérida, tipo el equipo biométrico instalado en centros de detención migratoria. México corre el riesgo de convertir las prioridades de Estados Unidos en materia de seguridad (terrorismo, migración, drogas) en las propias. Sin embargo, no ha sabido demostrar dichos contrapesos ante Trump. Nadie ha dicho que sea fácil interactuar con un personaje que el racismo y la elección de más de 60 millones de norteamericanos nos pone hoy de frente. Sin embargo, una visión y postura firme y clara de manera permanente es indispensable.

El efecto Trump logró solidaridad entre candidatos de diversas fuerzas, organizaciones, ciudadanía y el gobierno. Logró que, por primera vez, el presidente Peña Nieto enfrentara con dignidad las barbaridades de Trump y diera el mensaje esperado por el México de aquí y del otro lado del Río Bravo, desde hace mucho tiempo. Ahora que Trump logró lo que parecía imposible, no debemos dejarlo en el discurso, hay que traducirlo en elementos concretos de la negociación bilateral. Poner al centro del debate la seguridad humana y el bienestar de nuestros connacionales y presentar de manera contundente y reiterada, más allá del tema comercial las prioridades de México para que todos las tengamos tan claras como las de Trump ha manifestado con respecto a nuestro país. Que sirva, de igual manera, para que los candidatos le metan, además de palabras, recursos al tema.

Asimismo, de defensa, empoderamiento y vinculación de nuestros connacionales por allá y las políticas más empáticas y a la medida de reintegración para aquéllos que retornan y los que en vez de transitar, ahora se quedan, también lo son.

*Doctora en políticas públicas por el Instituto de Estudios Políticos de París, experta en seguridad y migración

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