Contienda en Brasil
Alrededor de 141 millones 830 mil electores se presentarán a sufragar en una primera vuelta electoral el 5 de octubre.
Por Enrique Andrade González*
Brasil, país con más de 200 millones de habitantes según las últimas estimaciones, celebra comicios para elegir a sus máximas autoridades. En unos días los ciudadanos del gigante sudamericano acudirán a las urnas, por lo que alrededor de 141 millones 830 mil electores se presentarán a sufragar en una primera vuelta electoral el 5 de octubre. Para obtener la Presidencia, el candidato debe ganar por mayoría absoluta —lo que equivale a más de 50% de los votos válidos— excluyendo votos en blanco y nulos. Si ningún candidato consigue la mayoría, se realizaría una segunda vuelta, la cual se realizaría el 2 de noviembre.
En estas elecciones generales, además de disputarse el cargo de Presidente y vicepresidente, se compite para elegir gobernadores y parlamentarios: la Cámara de Diputados renueva 513 miembros y el Senado hace lo propio con 27 de 81 escaños.
Contienden 11 fórmulas electorales para la Presidencia y vicepresidencia, entre las que destaca la representada por la presidenta Dilma Rousseff, candidata del Partido de los Trabajadores (PT) y quien busca la reelección; Marina Silva, que compite bajo las siglas del Partido Socialista Brasileño (PSB) y Aécio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). Estos tres candidatos representan en conjunto más de 80% de las preferencias, mientras que los otros ocho candidatos tienen alrededor de 1% de apoyo cada uno, de acuerdo a los encuestas.
La contienda ha sido vertiginosa y con giros inesperados. El accidente aéreo a principios de agosto en el que perdió la vida el candidato del PSB, Eduardo Campos, transformó súbitamente el escenario electoral. Marina Silva, la propuesta a la vicepresidencia de la fórmula encabezada por Campos, fue postulada como contendiente. La repentina incursión de Silva —ministra de Medio Ambiente en el gobierno de Lula y cuyo nombre real es María Osmarina Silva de Lima—, ha generado amplio interés dentro y fuera de esa nación por el desarrollo del proceso democrático.
En Brasil el voto es obligatorio y las elecciones son organizadas por el Tribunal Superior Electoral Brasileño. El procedimiento para votar es totalmente electrónico mediante un avanzado sistema que permite mayor agilidad en el conteo y certeza en los resultados. En elecciones previas fueron utilizadas más de 400 mil máquinas electrónicas de votación, beneficiando a más de 100 millones de electores.
Las microcomputadoras para sufragar son ligeras y tienen suministro independiente de energía; cuentan con dos terminales, una para identificar al elector con datos biométricos y la otra para que el ciudadano emita su voto y sea almacenado numéricamente. Es importante añadir que la terminal para identificar al ciudadano, operada por el funcionario de casilla, cuenta con un teclado numérico para el registro del elector, una pantalla en donde aparece su nombre y, si pertenece a su distrito, de tal forma que si cumple con los requisitos, el sistema le autoriza para sufragar. La máquina registra que se ha votado y por los rígidos candados de seguridad no existe la posibilidad de conocer la opción elegida por el ciudadano. (https://www.tse.jus.br)
El voto en el exterior se instrumentó desde 1989 y todo ciudadano brasileño por nacimiento, naturalización o con doble nacionalidad podrá participar en las elecciones. Un elemento relevante es que, de acuerdo a la Ley Electoral, la posibilidad de votar desde otro país no incluye a los electores en tránsito, aunque cualquier ciudadano que se registre en su representación diplomática es incluido en el padrón y podrá sufragar. Así, quienes residen en el extranjero podrán acudir a embajadas y consulados brasileños de todo el mundo. Por su parte, los trámites de registro y votación están a cargo del personal diplomático —que remite las inscripciones al Ministerio de Relaciones Exteriores en Brasilia—, mientras que corresponde a un juez electoral emitir los títulos electorales (credenciales) y elaborar las papeletas de votación, material que se envía a las sedes diplomáticas, que son las encargadas de notificar a los electores fecha, horario y lugar de votación.
En Brasil perciben un clima electoral álgido y los sondeos advierten que es previsible una segunda vuelta, a la que es probable acudan las candidatas Rousseff y Silva. De esta forma, los ciudadanos brasileños decidirán quién ocupará el Palacio del Planalto.
*Consejero Electoral del INE.
