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Cárteles de frontera a frontera

Miguel Ángel Godínez García

Miguel Ángel Godínez García

Alto mando

Ahora es Chiapas el que se suma a la ola de violencia entre cárteles que buscan el control de nuevas rutas para el trasiego de droga. No se había visto nunca, sobre todo en la capital el estado, ejecuciones y hechos de grupos delincuenciales que pusieron en alerta a los ciudadanos. La estrategia de conciliación a la que le ha apostado el gobierno federal no sólo no ha limitado a estos grupos, sino les ha permitido extenderse. Son los pobladores los que han decidido enfrentar a los criminales en sus comunidades.

Es el caso de Pantelhó, poblado en los altos de Chiapas que han vivido por años la presencia de grupos políticos en pugna a los que hoy se suman grupos delictivos con intereses en la distribución de droga de países de Centroamérica para consumo de México y de los EU. Para ellos, tampoco hay un plan de acción como no lo ha habido para la Aguililla en Michoacán. Bajo esta ráfaga de inconstitucionalidad e impunidad los pobladores han decidido ser ellos los que resguarden sus casas, sus comunidades, sus propios intereses, son ellos los que se arman con lo que pueden y además rechazan la intervención tanto de la GN como del EM y policías del estado y municipales.

Se extienden las tierras donde no gobierna nadie, en donde son los líderes de los pueblos quienes establecen sus normas, sus leyes y como en Chiapas sus usos y costumbres. Pero en esta revuelta también detrás de ellos están los mismos delincuentes, aquellos grupos que logran la protección de los pobladores porque recibe ayuda, regalos o amenazas, pero que al final obstruyen la poca intervención de las fuerzas del Estado. Todo se complica de manera innecesaria, los gobernadores de estos estados se encuentran pasmados ante la falta de coordinación y comunicación entre la federación y ellos, cansados de solicitar por la vía del diálogo una audiencia con la presidencia y recibiendo una tras otra la negativa de atención a la que como gobernador tienen derecho.

El anuncio de programas del bienestar como estrategia de solución es totalmente ingenua, si bien responden a las consecuencias del abandono de autoridades por décadas en todas estas álgidas zonas, hoy por desgracia se necesita más que eso, se necesita voluntad y valor para aplicar la ley como lo ordena el Estado de derecho, autoridad moral de los gobernantes para ejercer toda la fuerza del Estado y entonces sí, aplicar todos los programas sociales que puedan componer el tejido social que por su ausencia se cometen los crímenes que nunca antes vistos. Una familia que viajaba de Aguascalientes a Zacatecas, reportada como desaparecida, fue encontrada en un poblado, brutalmente asesinada por criminales a los que no podemos llamar humanos, y para los que todos los mexicanos pedimos el peor de los tratos. Donde no pueda intervenir DH ni comprensión ni diálogo, mucho menos abrazos. Hechos que demuestran la descomposición social de la que todos somos responsables, pero de la que aún no se ha podido hacer nada.

No hay adjetivos para esta sanguinaria acción de criminales, ni tampoco para quienes se niegan a utilizar toda la fuerza del Estado en contra de quienes cometen estos actos sin nombre. No podemos quedarnos callados sin exigir a las autoridades acciones contundentes para mitigar esta escalada de crímenes. Con estrategias pasivas y a la expectativa de que sean los cárteles quienes resuelvan, aunque sigan muriendo inocentes

 DE IMAGINARIA

De lujo nuestros deportistas a Tokio, sus equipos de competencia llegarán en el ya famosísimo avión presidencial, que a propósito del mismo, seguimos a la espera de que se aclare lo que asegura la directora de la LN cuando declaró haber entregado a Tesorería el dinero de los boletos premiados no vendidos y que la Tesorería también niega haber recibido.

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