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México y la cooperación iberoamericana

México Global

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Por Claudia Ruiz Massieu Salinas*

 

Los días 28 y 29 de octubre, el Presidente de México participará en la XXV Cumbre Iberoamericana, que tendrá lugar en Cartagena de Indias, Colombia. Este encuentro es un espacio oportuno para reflexionar sobre el papel que México ha desempeñado en este organismo desde su creación y sobre el futuro que quisiéramos para el mismo.

En 1991, en la Cumbre de Guadalajara, México, Brasil y España impulsamos el establecimiento de este espacio de encuentro entre naciones con grandes afinidades históricas y culturales. Este foro de diálogo político y cooperación se erigió sobre los valores de la democracia, la soberanía, la igualdad jurídica, los derechos humanos y el desarrollo equitativo. Veinticinco años después, la Conferencia Iberoamericana se ha adaptado a los desafíos y reinventado para responder a un escenario cambiante. Ha evolucionado y construido una institucionalidad para desarrollar un rico espacio de cooperación horizontal en el que cada uno de los países que la conformamos tenemos un pie de igualdad y un valor agregado que aportar. Sin duda, México ha dejado impresa su visión en cada avance y revisión de rumbo.

 El innovador esquema de cooperación Sur-Sur que se privilegia en la Conferencia ha generado, por un lado, beneficios directos en las personas a través del intercambio de experiencias, conocimientos, desarrollo de capacidades institucionales y apoyos a iniciativas ciudadanas. Por otro, la base voluntaria y solidaria en la que se funda ha favorecido la apropiación de los países de los programas de cooperación y un reconocimiento a nivel internacional.

 Hoy en día, la Conferencia Iberoamericana cuenta con 29 proyectos, iniciativas y programas organizados alrededor de tres áreas prioritarias: Cohesión Social, Conocimiento y Cultura, a los cuales los países miembros hemos destinado en conjunto más de 27 millones de euros tan sólo en 2015.  México forma parte de 27 de estos programas y ha sido el promotor del establecimiento de muchos de ellos.  Los resultados de esta cooperación son tangibles.    

El espacio del conocimiento promueve una educación de calidad a través de programas como el Pablo Neruda e IberQualitas para una mejor capacitación de profesores. Asimismo, se ha impulsado el Plan Iberoamericano de Alfabetización y Aprendizaje a lo Largo de la Vida, que ha contribuido a tener tasas de alfabetización superiores al 95% en la mayoría de los países.  Igualmente, con Campus Iberoamérica, la iniciativa más ambiciosa en esta área adoptada en la Cumbre de Veracruz, en 2014, se facilitarán becas que permitirán a estudiantes, profesores e investigadores realizar estancias en cualquier país iberoamericano. Se han comprometido un total de 40 mil movilidades que estrecharán los lazos culturales y fortalecerán las capacidades de nuestra comunidad ante un mundo en creciente interconexión.

En el espacio cultural, a través de programas como Ibermúsica, Ibermedia, Iberartesanías y Televisión Educativa, por mencionar algunos, se está promoviendo una mayor dotación de servicios culturales, así como la puesta en valor y preservación del patrimonio iberoamericano. Por mencionar un ejemplo, se han apoyado más de dos mil proyectos cinematográficos, como El abrazo de la serpiente, presentado en el Festival de Cannes este año.  En el espacio de cohesión social, promovemos iniciativas que complementen las políticas públicas en apoyo a un desarrollo más incluyente. Programas como la Red de Bancos de Leche Humana han beneficiado a más de 300 mil bebés y más de dos millones 700 mil mujeres han recibido apoyo en lactancia materna. Asimismo, proyectos como el Programa Techo: Jóvenes por una Iberoamérica sin Pobreza han beneficiado a más de 112 mil familias desde su creación en 2010.

 México asiste a la Cumbre de Cartagena convencido del valor de la cooperación iberoamericana para apuntalar las políticas públicas que estamos impulsando y atender temas fundamentales para el desarrollo y prosperidad de nuestra región: Juventud, Emprendimiento y Educación.

 Enfocaremos nuestros esfuerzos en el diseño de políticas públicas e instrumentos de colaboración para que nuestros jóvenes, el futuro de México, estén mejor preparados y tengan las herramientas necesarias para generar innovación y contribuir al desarrollo de nuestro país.

 El espacio iberoamericano evoluciona para generar cada vez mayores impactos en la vida de las personas y México seguirá impulsando su fortalecimiento.

*Secretaria de Relaciones Exteriores de México

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