México en la Cumbre del G20
Tenemos una voz que influye y se oye fuerte en los foros de gobernanza global.
Por Claudia Ruiz Massieu*
El mundo reconoce en México a un actor relevante del escenario internacional. No cabe duda que somos uno de los 20 países a los que se toma en cuenta cuando de gobernanza global se trata. La cita internacional en la que participó el presidente Enrique Peña Nieto este fin de semana así lo demuestra. Viajó a la ciudad china de Hangzhou para representar a México en la decimoprimera Cumbre de Líderes del Grupo de los Veinte (G20), del que nuestro país es miembro permanente.
El G20 es el principal foro para la coordinación económica y financiera entre las 20 economías más importantes del mundo, que juntas representan el 86% del PIB mundial y el 77% del comercio internacional, además de reunir al 64% de los habitantes del orbe.
La participación de México en este grupo no sólo es evidencia de nuestra relevancia a nivel global, sino de nuestra capacidad real para incidir en las decisiones que nos afectan. Como la decimoquinta economía del mundo, el decimosegundo exportador y el decimoquinto destino de inversión extranjera directa, además de ser el decimotercer país más extenso y el decimoprimero más poblado, tenemos una voz que influye y se oye fuerte en los foros de gobernanza global, que repercute en los debates internacionales y que no podemos desaprovechar.
La primera Cumbre de Líderes del G20 tuvo lugar en 2008 —para hacer frente a la crisis financiera internacional que se desató ese año— y, desde entonces, el Presidente de México ha acudido ininterrumpidamente a esta cita en la cual las principales economías emergentes, junto con los países más desarrollados, coordinan esfuerzos para impulsar el comercio internacional, crear empleos dignos, combatir la corrupción y promover un desarrollo incluyente y sostenible, entre otros temas.
En este contexto, México acudió a Hangzhou con una serie de objetivos estratégicos claramente definidos, para avanzar nuestros intereses y participar en la arquitectura económica global: 1) subrayar la relevancia de las reformas estructurales como herramienta de prosperidad y equidad; 2) contribuir a la reactivación de la economía internacional y reiterar nuestro compromiso con el libre comercio; 3) promover la inversión en infraestructura de calidad, para mejorar la inclusión y la conectividad; 4) fomentar la inclusión financiera y la participación efectiva y responsable de toda la sociedad; y 5) impulsar que el G20 contribuya activamente a la instrumentación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible.
En esta edición de la Cumbre de Líderes se discuten también otros desafíos que pueden incidir sobre la economía global, como es el caso de los retos globales de salud, el cambio climático, los grandes movimientos de personas y la desarticulación de las redes transnacionales de financiamiento para el terrorismo. En este sentido, los ministros de Asuntos Exteriores del G20 participamos en un encuentro informal, en el que intercambiamos perspectivas y propuestas sobre estos temas. Se trata de un diálogo al que México asigna gran importancia, ya que nos permite dejar clara nuestra postura frente a los grandes retos de la humanidad, así como sumarnos proactivamente a su solución.
Para México, el G20 no es sólo una oportunidad para influir en las discusiones globales, sino también representa un espacio estratégico para fortalecer alianzas que nos permitan apuntalar nuestro desarrollo interno. Cabe resaltar que los países del G20 contribuyen con casi 94% de la inversión extranjera directa que recibe nuestro país. Además, nuestros siete socios comerciales más importantes: Estados Unidos, China, Canadá, Japón, Alemania, Corea y Brasil son miembros de este foro.
Ante este panorama, el G20 representa además un foro privilegiado para, mediante el diálogo directo entre jefes de Estado y de Gobierno, consolidar y profundizar nuestras relaciones bilaterales con nuestros aliados más importantes. Por ejemplo, destaca, por su relevancia, el encuentro entre el presidente Peña y el presidente de China, Xi Jinping, el sexto que ambos líderes sostienen. Ahí, se analizaron los avances y las posibilidades de crecimiento de la Asociación Estratégica Integral que México y China establecieron en 2013, y que tiene como propósito incrementar los intercambios económicos, el turismo y la cooperación científica, educativa y cultural.
Al participar en la Cumbre de Líderes del G20, México se consolida como un auténtico actor con responsabilidad global. Con acciones como ésta, confirmamos que nuestro peso en el mundo se reconoce, nuestra voz se escucha y nuestro potencial contribuye a construir sociedades más prósperas e igualitarias. Sobre todo, ratificamos en la vocación social de nuestra política exterior, que busca que todos nuestros esfuerzos externos tengan un impacto benéfico, transformador y tangible en favor de los intereses de México y la vida cotidiana de los mexicanos.
*Secretaria de Relaciones Exteriores
