El liderazgo de México en el combate al comercio ilegal de armas
La diplomacia tiene la oportunidad de convertirse en un instrumento efectivopara prevenir la pérdida de millones de vidas y crear sociedades más pacíficas.
Por Claudia Ruiz Massieu*
Actualmente, uno de los mayores desafíos para la seguridad de México y de la comunidad internacional es el comercio ilegal de armas convencionales. Cada año, aproximadamente 740 mil vidas son arrebatadas por esta causa en todo el mundo, de las cuales una alta proporción son civiles inocentes.
Por esta razón, participo en nombre del gobierno de México en la Segunda Conferencia de los Estados Parte del Tratado sobre Comercio de Armas, en Ginebra, Suiza, cuya primera edición fue celebrada con gran éxito en Cancún, el año pasado. México ha sido un líder en todo el proceso de diseño, negociación y aprobación de este tratado, mediante el cual buscamos crear acuerdos y mecanismos para mejorar la regulación y prevenir la desviación de armamento hacia el comercio ilícito.
Los expertos estiman que existen en el mundo alrededor de 875 millones de armas pequeñas y ligeras, además de que cada año se producen otros ocho millones, junto con 12 mil millones de municiones. Estas cifras se explican en buena medida porque el comercio mundial de armas es un negocio sumamente lucrativo, cuyo valor anual asciende a 100 mil millones de dólares. Lamentablemente, sin los controles adecuados, muchas veces estas armas desvían su ruta legal y mediante el tráfico caen en manos de grupos criminales y terroristas transnacionales.
Para México, esta situación reviste particular importancia, pues compartimos frontera con Estados Unidos, el principal productor y exportador de armas en el mundo. Se calcula que, en ese país, existen 56 mil 500 armerías. Tan sólo en los estados fronterizos con México, hay más de nueve mil establecimientos, a lo que debe agregarse la existencia de alrededor de 23 mil licencias para la venta de armas, que hacen que sea posible adquirirlas en ferias, por internet e incluso en algunos supermercados.
Esta situación se agrava puesto que, desde 2005, venció la restricción para la venta de armas de alto calibre a particulares en Estados Unidos, lo cual facilita aún más que grupos criminales obtengan equipo con gran poder de fuego. Sin ir muy lejos, de las armas aseguradas por México, más del 70% tiene vínculos con un comprador o distribuidor estadunidense. En lo que va del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto se han decomisado aproximadamente 40 mil armas, de las cuales 23 mil son equipos de alto calibre.
Debido a su escala, el comercio ilícito de armas es un reto que ningún país puede contener por sí mismo: es un flagelo que impacta a todas las regiones y países. Ejemplos recientes son Siria, Libia o Irak, cuando las armas caen en manos de grupos paramilitares no estatales; América Latina, donde son usadas por bandas criminales; Alemania, Bélgica, Francia o Turquía, donde han sido empleadas en ataques terroristas; o Noruega y Estados Unidos, con los terribles asesinatos en masa que han provocado. De hecho, el 44% de todas las muertes violentas en el mundo es resultado de las armas de fuego.
Por ello, la mejor forma de encarar este desafío es mediante un enfoque multilateral, que sume a todos los países: productores, importadores y de tránsito en el comercio de armas. Actualmente, el tratado cuenta con 87 Estados parte, nosotros hacemos un llamado para que los países que aún no se vinculan a este documento, lo adopten.
Asimismo, proponemos una colaboración más estrecha con los actores de la sociedad civil, para acelerar la creación del Fondo Fiduciario que el mismo tratado establece, para ayudar a que los países en desarrollo creen las instituciones necesarias a fin de controlar las transferencias ilícitas de armas e insistimos en la necesidad de que todos los gobiernos presenten sus informes nacionales, como México ya lo ha hecho, incluyendo alertas sobre el posible desvío de armas.
En cuanto al papel que juega Estados Unidos en este proceso, deben reconocerse los esfuerzos que ha hecho el presidente Barack Obama para establecer medidas administrativas, con el fin de fortalecer los controles a la venta de armas. Sin embargo, para ser efectivo, esto debe ir acompañado de acción legislativa y, por ello, México aprovechará este importante foro para reiterar su exhorto al Congreso de ese país para que, mediante un debate franco y abierto, renueve la prohibición a la venta de armas de asalto a particulares.
Mediante el Tratado sobre Comercio de Armas, la diplomacia tiene la oportunidad de convertirse en un instrumento efectivo para prevenir la pérdida de millones de vidas y crear sociedades más pacíficas. Éste es un ejemplo del México con responsabilidad global y de la política exterior de resultados tangibles para problemas concretos que promueve el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
La violencia de las armas no distingue entre credos o ideologías. Todos los días, en todas las regiones, sus efectos perniciosos arrebatan vidas de todas las razas, edades y nacionalidades. No es admisible esperar que más tragedias ocurran para actuar con determinación. Con esta convicción, México seguirá, como hasta ahora, utilizando su influencia y voz en el escenario global para jugar un papel central y de liderazgo en el combate al comercio ilegal de armas.
*Secretaria de Relaciones Exteriores de México
