La importancia de los contrapesos

Tras el sainete político protagonizado hace unos días por Samuel García, gobernador de Nuevo León, por complacer al oficialismo y “lanzarse” al vacío con tal de ser factor de división del voto opositor en las presidenciales del año próximo, bien vale la pena destacar la forma en que operaron los contrapesos que algunos consideran ya “muertos” frente a las actitudes dictatoriales de algunos gobernantes. Lo cierto es que, si esos contrapesos no hubieran funcionado, hoy estuviéramos hablando de otra realidad menos favorable para los neoleoneses y, en general, para toda la Federación.

En sus ínfulas por “quedar bien” y no escuchar a nadie, el inexperto político solicitó licencia por un tiempo definido (6 meses) con el fin de comenzar el protocolo electoral para su candidatura presidencial por Movimiento Ciudadano, de Dante Delgado. Paso siguiente, el Congreso del estado le concedió la licencia. De inmediato los legisladores locales nombraron un gobernador interino, que no era de las simpatías del mandatario saliente. Ahí comenzaron los problemas y de cómo los “operó” la oposición mayoritaria en el Congreso de Nuevo León: PRI y PAN aprobaron al entonces vicefiscal del estado, Luis Enrique Orozco, en medio de un zafarrancho provocado por las huestes de Movimiento Ciudadano, como quedó demostrado.

La operación política, coordinada desde el centro del país por el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno, rindió frutos y Samuel García tuvo que recular al darse cuenta de que el interino, nombrado por el Congreso estatal, no le garantizaba que le “cuidaran las espaldas” ante las presuntas irregularidades cometidas al frente del gobierno de Nuevo León. Entonces recurrió a la Suprema Corte, a la que quiso presionar sin resultados y ésta le dio la razón a la ley, como debe ser.

Al verse “acorralado”, desistió de ser candidato y pretendió ser reinstalado como gobernador. Para ello debió notificar al Congreso, a fin de que se le concediera la terminación de la licencia. Para acabar pronto, hace unas horas los contrapesos volvieron a “operar” y, finalmente, el interino presentó su renuncia al nombramiento, con lo que Samuel García podrá retomar —es un decir— “las riendas” de la entidad.

Pero, ¿qué necesidad?, preguntaría el clásico. ¿No que no funcionan los contrapesos al poder omnímodo de una persona? Eso hay que tenerlo presente para lo que venga en el 24.

Aseguran los que saben que en todo ello jugó un papel fundamental el líder priista Alito Moreno, ante las pretensiones de Movimiento Ciudadano de imponer al secretario de Gobierno, Javier Navarro, pero no les alcanzaron los votos. De ahí el encono de Samuel García en contra del dirigente tricolor, a quien acusó de chantajes sin más pruebas que una supuesta carta “en su poder”. ¡Quién, en su sano juicio, cree que acuerdos de esa naturaleza van a quedar plasmados en una carta! Ingenuidad pura. Samuel salió “chamaqueado”. Lo curioso es que Dante Delgado terminó de pleito con el imberbe abogado, a quien ahora acusa de “venderse” al PRIAN por “negociar” la renuncia del interino a cambio de impunidad.

CALMAN LAS AGUAS EN YUCATÁN

El dirigente del PAN en Yucatán, Asís Cano Cetina, salió al paso de las versiones de que el gobernador Mauricio Vila ya “entregó” el estado a Morena en las elecciones que habrá el año próximo a cambio de un cargo en el partido guinda y afirmó que, en reconocimiento a los resultados obtenidos al frente de la administración local, Vila Dosal ya tiene asegurado un puesto en el Senado de la República. “Por primera vez en su historia, nuestro partido está garantizando que el gobernador Vila Dosal sea parte del Senado que se conformará el próximo año. Esto porque será parte de las listas plurinominales, en las que aparecerá tanto como propietario como suplente. Esta excepción la realiza (el partido) en reconocimiento a sus méritos y resultados”, expresó Cano Cetina. Así que se quedarán con las ganas quienes pretenden que Yucatán sea “moreno” el año próximo.