Tolerancia cero
Los países con altos niveles de desarrollo implementan regulaciones por el bien de la mayoría
El caso de Novak Djokovic transciende el, para mí, ignoto tema del deporte, porque plantea la nueva actitud mundial hacia quienes siguen negando, a pesar de las evidencias, la vacunación como la única manera más efectiva de luchar contra el covid y sus variantes.
Este hombre —quien, por su éxito deportivo, se convierte en un referente mundial— intentó entrar a Australia violando las normas que exigen la vacunación, porque no cree en ella; ello desató una bola de nieve, puesto que las autoridades francesas le han advertido que no podrá participar en Roland Garros si no cuenta con un esquema de vacunación.
El tema no es relevante por la persona, sino por el mensaje que envían las autoridades de Australia y Francia de que no se está jugando, debe ser una obligación de las personas que estén en posibilidad de hacerlo de contar con el máximo esquema de vacunación, pues sólo así el mundo logrará atravesar por esta pandemia.
Este poderoso llamado de atención contrasta con el mal ejemplo que envía el presidente Andrés López Obrador y otros miembros de su equipo. Frases como “he constatado que éste es más leve” o referirse a él como un “covidcito” van mucho más allá de la decisión de un ser humano, sino de la capacidad de reproducción de estas conductas en la sociedad.
Mientras que en países como Australia o Francia queda perfectamente claro el mensaje de salud pública: seas quien seas, si no cumples la norma comunitaria no eres bienvenido. En México se dice desde Palacio Nacional que la enfermedad no es grave o que se puede regresar a los pocos días, sin prueba médica, a laborar, porque así conviene a los intereses políticos.
Seamos claros. Los números de contagios, hospitalizaciones y problemas siguen en franco crecimiento y no es difícil hacer la matemática: en naciones donde existe una tolerancia cero a los antivacunas saldrán más rápido de los contagios que en aquellas donde se cree que minimizando la pandemia se podrán encontrar soluciones. Habrá quien trate de mantener el sofisma que usó este gobierno, “prohibido prohibir”, para justificar las actitudes de negacionistas a las vacunas. Sin embargo, se debe entender que es tan grave como decir sobre los asesinatos o robos que está prohibido prohibir que éstos se cometan basados en un anarquismo propio de preadolescentes sin información.
Desde cualquier óptica, son preferibles acciones propias de un Estado de derecho como donde se prohíbe a los no vacunados salir de su casa o el uso de cartillas que muestran las inoculaciones, puesto que no sólo dan seguridad a toda la comunidad sobre aquellas en las cuales desde el máximo nivel de opinión se siguen expresando posiciones absurdas. Los países con altos niveles de desarrollo implementan regulaciones por el bien de la mayoría. En los otros países, convertimos de la creencia, el mito, la superstición o la esperanza nuestra esperanza.
POST SCRIPTUM
Parecería que está creciendo la violencia en contra de la comunidad LGBT en los últimos días. Expulsión de parejas de parques de diversiones, escupitajos a otras en la vía pública, intento de homicidio a una de las líderes de esta comunidad en la Ciudad de México y así una interminable lista de horror y barbarie.
Sin embargo, la realidad es que no está creciendo la violencia, sino la repercusión pública que tienen estos actos. Golpear, vejar o hasta matar ha sido una constante que padece esta comunidad, pero que ha sido cubierta por las actitudes chovinistas que creen que se lo merecen o que simplemente, como macarras, prefieren voltear hacia algún otro lado donde sientan una falsa sensación de tranquilidad.
Lo que está sucediendo es una mayor visibilidad de estas acciones, en buena medida por una mejor coordinación entre los colectivos y aliados. No debemos permitir una sociedad donde las diferencias se diriman con exclusión, rechazo y, mucho menos, con violencia hacia ningún grupo.
Lo que nos une es ser seres humanos. Mucho más allá de las diferencias que hay entre todos, nos vincula esta característica que es superior.
