El genocidio que no incomoda
La ofensiva de Israel contra Hamás no tiene freno. Hoy, Gaza se ha convertido en un cementerio de civiles que nada tienen que ver con el terrorismo y que, por décadas, han sido sumergidos en una crisis humanitaria al amparo de “la seguridad” del Estado hebreo. Se han ...
La ofensiva de Israel contra Hamás no tiene freno. Hoy, Gaza se ha convertido en un cementerio de civiles que nada tienen que ver con el terrorismo y que, por décadas, han sido sumergidos en una crisis humanitaria al amparo de “la seguridad” del Estado hebreo. Se han utilizado a diestra y siniestra términos subjetivos que justifican la barbarie: terrorismo, seguridad, derecho a la legítima defensa. Nos recuerda aquellos argumentos rancios so pretexto del intervencionismo humanitario que daban y dan licencia para entrar y destruir naciones completas.
Miles de adultos crecieron en medio de la violencia en el territorio palestino y, hoy, miles de niños y jóvenes esperan la muerte como si fuera su condena por haber nacido en una tierra olvidada por la paz y la justicia. Mientras usted lee esta columna, un bebé está por nacer entre escombros, bombardeos y la escasez de absolutamente todo. Tan sólo en diciembre se contabilizaban más de nueve mil niños asesinados por la ofensiva israelí.
Bajo el auspicio y el silencio cómplice de Europa, Estados Unidos y otros países, Israel ha abusado de su poderío económico y militar con acciones que parecen no sólo ir enfocadas a destruir a Hamás, sino a todo lo que esté a su alrededor. Vaya, el genocidio del pueblo palestino.
Esta venganza nos remite a la invasión de Estados Unidos a Afganistán como respuesta al 9/11, que dejó más de 900 mil muertos, un país devastado y un régimen que hoy se burla de esas acciones que sólo lo fortalecieron. También podemos recordar la destrucción de Irak por la supuesta fabricación de armas de destrucción masiva; hoy, aquella nación continúa bajo la estela de la destrucción que dejaron Estados Unidos y sus aliados.
Vale la pena destacar cifras expuestas en un trabajo periodístico del diario El País. De acuerdo con la publicación, la destrucción y la tragedia en Gaza superan las cifras de los otros grandes conflictos mundiales. En Gaza, cada día mueren más personas que en la guerra en Irak, en Siria o en el primer mes en Ucrania.
Desde el siete de octubre a la fecha han muerto más de 25 mil personas por los ataques de Israel a Gaza. Cinco de cada diez fallecidos son menores de edad, tres de cada diez son mujeres.
La solución es clara, dos Estados, Israel y Palestina, pero, a pesar de las recomendaciones de los diplomáticos de la Unión Europea, la negativa israelí hace aún más complicado el panorama. Absurdas propuestas, como crear una isla artificial que sirva de puesto a Palestina, vías férreas desde puertos indios, hasta crear un Estado palestino en África y un sinfín de ideas que rayan en lo absurdo, se suman a la iniciativa del gobierno de Benjamin Netanyahu de continuar con los asentamientos ilegales y las violaciones constantes a los derechos humanos de los palestinos, emulando el apartheid sudafricano. Todo esto bajo la mirada indiferente de millones. ¿Hasta cuándo?
POST SCRIPTUM
La encuestadora Mitofsky dio a conocer su más reciente análisis, donde la candidata Claudia Sheinbaum aventaja a Xóchitl Gálvez con 30 puntos de diferencia; mientras que la primera sonríe al saberse puntera, Gálvez acusa a la encuestadora de “estar vendida”.
Por su parte, Kenia López Rabadán, miembro del equipo de campaña de Gálvez, afirma que, en una encuesta de Massive Caller, Sheinbaum sólo aventaja a su candidata con un 9 por ciento, ¿quién se lo puede creer? ¡Qué simpática se va a poner la contienda!
