El festival ómicron
Pregunta seria: ¿en algún filtro “sanitario” ha visto que se detenga a alguien por la temperatura? ¿Por tener fiebre o algún otro síntoma? Yo no, ni una.
¡Qué impotencia de país! Con eso comienzo y concluiré.
¡París, la capital de Europa, canceló su clásica celebración con pirotecnia de Año Nuevo por el avance de ómicron! ¿Nosotros? Gozando de la verbena electoral en el Zócalo de la Ciudad de México. Mientras algunos países europeos reimponen medidas restrictivas para evitar el avance de la variante, aquí tuvimos el jocoso evento del 1 de diciembre frente a Palacio Nacional. Sin duda, una medida irresponsable cuando la nueva variante comenzaba a expandirse a nivel mundial.
Pero para aquellos más fifís, la situación no es diferente en el aeropuerto de la Ciudad de México. ¡Eso sí es una gozadera! Filas infinitas, sin sana distancia, inexistencia de ventiladores, demoras, aglomeramiento para recibir el equipaje, baños sucios. Todo un insalubre coctel. Tampoco podemos dejar de lado las compras, no importa el nivel económico. Tianguis, mercados, plazas comerciales y todo lugar que ofrezca alguna mercancía. Llegó toda la familia, desde el bebé hasta el abuelo, como si la consigna fuera: vengan todos, aquí no hay covid.
¿Los filtros sanitarios? Son unos individuos —anestesiados por la monotonía, mal pagados, explotados y sin capacitación— junto a termómetros digitales descalibrados. Da igual que marque hipotermia de 35 grados o fiebre de 38. Uno pasa y ellos fingen revisar. ¡Un mundo feliz!
Pregunta seria: ¿en algún filtro “sanitario” ha visto que se detenga a alguien por la temperatura? ¿Por tener fiebre o algún otro síntoma? Yo no, ni una sola vez, nunca. Todo esto me recuerda la selva en la que siempre hemos vivido, no sólo en México, en la mayoría de los países, donde el gobierno mira para el otro lado, no dice nada para no importunar a sus ciudadanos y perder votos o simplemente que sobreviva el más fuerte.
POBRE APPLE Y GOOGLE
Por cuarta ocasión, Apple retrasó el regreso de sus empleados a sus instalaciones, el Apple Park en Silicon Valley. Este retraso viene acompañado de mil dólares de bonificación para que cada empleado pueda acondicionar sus hogares para trabajar. Vaya, subsanar los gastos y comprar lo necesario para el home office. Contrario a las condiciones de sus filiales en China, donde la situación de quienes manufacturan esa tecnología raya en esclavitud.
Por su parte, Google, Ford, Nike y Facebook también pospusieron indefinidamente el regreso presencial a trabajar. Gobiernos como el de Suiza o Portugal reimpusieron el teletrabajo obligatorio.
¿México? Nosotros estamos protegidos por el “sabio” de Jorge Alcocer y el “experto” de López-Gatell (descritos así por el Presidente), que nos dicen que estamos en semáforo verde y que bajo ninguna circunstancia se confinará a la población, habrá cierres comerciales totales o se reducirá la movilidad. ¡Aplausos de pie!
No comprendo por qué las multinacionales y gobiernos arriba mencionados no recurren a esta clase de científicos y dejan de perder millones de dólares.
OTRA VEZ, ¿DOMAREMOS LA PANDEMIA?
También es cierto que la OMS advirtió que los cierres de fronteras no evitan la propagación del virus, que aún es prematuro diagnosticar la gravedad de la enfermedad por esta nueva variante y que, cada día, surge información distinta sobre la protección de las vacunas contra ómicron. Vamos, aprendiendo sobre la marcha y ello cobró millones de vidas a nivel mundial.
Es igualmente cierto que México está en el top 5 de los países con más muertes (en cifras oficiales) por covid-19, también la tasa de mortalidad más alta de la OCDE. En materia de vacunación se hicieron las cosas bien, en el tema de prevención fuimos pésimos. Reaccionamos tarde, con incredulidad, priorizando los egos burocráticos y muchos otros errores. Es cierto, nadie podía medir la dimensión de lo que deparaba 2021. Hoy sí se puede prevenir. Hay muchos miles que ya no deben morir por esta enfermedad.
De verdad, qué vergüenza.
POST SCRIPTUM
Así como Marcelo Ebrard dirige magistralmente Relaciones Exteriores, la política interior a cargo de la Secretaría de Gobernación y hasta la agenda económica de nuestro país, sería un gran momento para que sea el artífice de la política sanitaria de México y, de paso, la de educación pública. ¡Por favor!
