Desde las urnas

Este año se consolida como uno de los más importantes a nivel electoral. Más de 70 países, la mitad de la población mundial, acudieron o acudirán a las urnas en este 2024, en un contexto global marcado por los extremismos, el desencanto por los políticos ...

Este año se consolida como uno de los más importantes a nivel electoral. Más de 70 países, la mitad de la población mundial, acudieron o acudirán a las urnas en este 2024, en un contexto global marcado por los extremismos, el desencanto por los políticos tradicionales, la desconfianza en los modelos democráticos y un sistema financiero que exacerbó las desigualdades.

EL CAPÍTULO MEXICANO

En el caso de México, la victoria de la izquierda fue contundente y, a más de una semana de la jornada electoral que puso de manifiesto la abrumadora aprobación que obtuvo esta administración, continúan las voces que quieren encontrar dobles o triples lecturas en el triunfo de Morena.

Son cientos de analistas, en México y en el mundo, que no comprenden cómo la izquierda se hizo de la mayoría en todos los niveles de gobierno, otros muchos que se dedican a desacreditar los avances en el combate a la pobreza por los programas sociales. La realidad es que el mandato popular se dio en las urnas y no en las mesas de análisis, que parecen tener una fuerte desconexión con lo que sucede con la gente de a pie. Las cajas de eco resonaron y no se dieron cuenta de los millones de mexicanos que, por primera vez, se sintieron visibilizados y representados por líderes que comprenden y (aquí está la clave) atienden sus necesidades.

En la historia de nuestro país nunca se había tenido una elección democrática con esa cantidad de votos a favor de una figura presidencial (ni siquiera con el presidente López Obrador) y es por ello que hay que aprender a leer lo que significa. Así como el triunfo de Javier Milei en Argentina significó un voto de castigo al peronismo y a la clase política tradicional, el triunfo de Claudia Sheinbaum es un voto de confianza en la 4T.

LA EXTREMA DERECHA

Para sorpresa de nadie, la extrema derecha avanzó de manera importante en las elecciones parlamentarias europeas. Estos comicios supranacionales que convocaron a más de 450 millones de europeos para elegir eurodiputados mantienen la ventaja de los liberales y socialdemócratas en el Parlamento Europeo, pero el avance de la derecha es notorio, en especial en países como Francia y Alemania.

Las razones de este avance son claras: la crisis económica, el desempleo y la desigualdad; la xenofobia, la crisis migratoria y el terror de la pérdida de identidad; el hartazgo hacia la clase política tradicional y la sensación de pérdida de soberanía.

Hoy más que nunca hay que recordar y analizar el capítulo del Brexit.

EL OCASO DE BIDEN

El caso de Estados Unidos también se torna fascinante en cuanto a escucha social. Son millones de personas, dentro y fuera de ese país, que no comprenden cómo un personaje tan complejo como Donald Trump puede siquiera ser candidato a gobernar el país más poderoso del mundo.

Millones aseguraban que sus causas penales lo sacarían de la contienda electoral y la sorpresa es que, después de un veredicto de culpabilidad, los seguidores del magnate continúan apoyándolo y que, en las 24 horas posteriores a su condena, recaudó 34.8 millones de dólares. ¿Por qué importa esta cifra? Porque rompe su propio récord, porque la mayoría de las donaciones fueron de pocos dólares, lo que se traduce en apoyo popular y no de los magnates, y porque más del 30% provenía de nuevos donantes que nunca habían contribuido.

El éxito de Donald Trump se atribuye a que ha sabido escuchar a las mayorías. Con un discurso antiestablishment, directo y confrontativo, apela a los intereses del electorado estadunidense que se enfocan en el dinero en su bolsillo, la inflación y el costo de vida, y en sus temores, como los enemigos externos y los migrantes. El magnate tiene una campaña estratégica que capitaliza el descontento popular, el nacionalismo y la nostalgia por épocas pasadas mejores.

Por otra parte, Joe Biden, a pesar de contar con cifras macroeconómicas favorables (creación de empleo, aumento salarial, creación de viviendas), no supo conectar con el electorado y se percibe como un político tradicional.

¿El secreto? Entender y saber escuchar al electorado.

 

POST SCRIPTUM

La propuesta de Joe Biden de cese al fuego en el conflicto Israel-Hamás y el tema del cierre de la frontera con México no es más que un esfuerzo electorero por ganar simpatizantes.

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