Derivado de la reciente final del beisbol de las Grandes Ligas y que ya se acerca el famoso y esperado Super Bowl, es común que en las charlas de quienes disfrutamos seguir algunos deportes profesionales se generen temas controvertidos, como las inversiones que realizan los grandes equipos de Estados Unidos frente a los resultados que obtienen a lo largo de sus temporadas.
Puede resultar interesante medir cifras, campeonatos, alcances mediáticos y valores de marca de cada franquicia en su respectivo deporte. Diversas revistas, tanto financieras como especializadas en la cobertura deportiva reportan que existen organizaciones que han alcanzado cifras históricas, lo que las ubica como algunos de los activos deportivos más caros del mundo, sin que necesariamente exista una relación directa con sus resultados dentro de las canchas.
Según Forbes, los Vaqueros de Dallas, pertenecientes a la National Football League (NFL), no sólo son la franquicia más valiosa de su liga, sino también del planeta, con la impactante cifra de 13 mil mmd. Este valor se deriva de los derechos de transmisión de sus partidos, los patrocinios, la operación de un estadio propio y una base de aficionados sumamente amplia a nivel mundial. Sin embargo, el último campeonato de este equipo se remonta a la temporada de 1995; así es, leyó usted bien, hace casi tres décadas.
Ahora bien, el otro lado de la moneda podría encontrarse en el caso de los Guerreros de Golden State, equipo que compite en la National Basketball Association (NBA), cuyos contratos comerciales y su moderno recinto deportivo lo han llevado a superar, según la revista Sportico, 11 mil mdd en valor de mercado. Este conjunto obtuvo su último campeonato en 2022, temporada que los consolidó como uno de los equipos más relevantes del baloncesto moderno; aquí puede observarse un equilibrio más claro entre el negocio y la competencia deportiva.
Vayamos ahora al Beisbol de las Grandes Ligas (Major League Baseball, MLB, por sus siglas en inglés). Existen reportes, como los elaborados por CNBC, que estiman que la franquicia más costosa dentro de esta especialidad en la Unión Americana son los Yankees de Nueva York. Su valor ronda los 8 mil millones de dólares, respaldado por un legado histórico, una marca reconocida a nivel mundial como una de las más emblemáticas del deporte profesional y una presencia internacional permanente. No obstante, su último campeonato se remonta a 2009, cuando conquistaron su vigésima séptima Serie Mundial.
Hablemos ahora de la Major League Soccer (MLS), la liga de futbol profesional de América del Norte. Si bien, hasta el momento, no cuenta con un ranking tan claro y específico como las ligas señaladas anteriormente, existen reportes especializados que indican que el Inter de Miami, equipo en el que milita Lionel Messi —y que no requiere mayor presentación—, se ha convertido en una de las franquicias con mayor valoración de mercado. La onceva obtuvo el título de liga de la MLS en 2025, lo que permitió que el impacto económico generado se viera acompañado de éxito deportivo en la cancha.
De manera general, el análisis de estos equipos revela un patrón claro: el valor económico no garantiza campeonatos recientes. Franquicias como los Vaqueros de Dallas o los Yankees de Nueva York reflejan una situación financiera envidiable; sin embargo, sus vitrinas no han sido renovadas desde hace varios años. En ambos casos han desfilado jugadores de renombre y estrategas con proyectos ambiciosos, sin que ello se haya traducido en resultados deportivos relevantes.
Para los mercados latinoamericanos, incluido el nuestro, datos como los aquí expuestos ilustran cómo el deporte estadunidense se ha transformado en una industria global, donde la narrativa histórica, el valor de marca, el rendimiento financiero y el espectáculo pesan tanto, o incluso más, que los resultados que se obtienen en el terreno de juego.
Les deseo, desde nuestra Área Común, que 2026 llegue acompañado de salud, bienestar y momentos que trasciendan en sus vidas y en las de sus seres queridos.
