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Intríngulis

Juan Carlos Talavera

Juan Carlos Talavera

Vórtice

Las buenas noticias para la industria del libro no llegarán durante el primer trimestre de 2021, tal como esperaban editores y empresarios. El motivo es la inminente cancelación del formato presencial de la edición 42 de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM), coordinada por la UNAM.

Los reportes indican que las editoriales decidieron no apartar su lugar en dicho foro, debido a que la pandemia difícilmente permitirá actividades masivas antes de la vacuna y a la caída de ventas, la cual ya se ubica entre 30 y 50 por ciento.

Ante esta realidad, los organizadores de la FILPM elaborarán “un programa virtual sumamente simbólico” el cual carece de expectativa. Esta determinación nos indica que la reactivación del sector no iniciará con el cambio de semáforo, sino hasta el segundo semestre de 2021, cuando las ferias podrían reanudar actividades.

Mientras tanto, los eslabones de la cadena del libro esperan un empuje milagroso con la 34 FIL de Guadalajara y la XX Feria Internacional del Libro del Zócalo (FILZ), inaugurada ayer en un formato virtual que impulsa dos novedades: el apoyo a librerías de barrio y el uso de bicimensajeros para entregar de forma gratuita los ejemplares que sean adquiridos desde su plataforma o la del Fondo de Cultura Económica (FCE).

Aún no sabemos cómo manejarán los datos personales de los compradores, pero ojalá que los bicimensajeros tengan tantos pedidos como Uber Eats y que las medidas sean un bálsamo para algunas piezas de la cadena del libro, pues no se avizoran apoyos profundos a dicho sector. Lo que sí parece poco afortunado en la FILZ es que hayan programado algunas charlas y presentaciones después de las diez de la noche. Podría ser parte de una interesante estrategia, pero aún no logro desentrañarla.

Y ya que hablamos de la máxima casa de estudios, el pasado 6 de octubre la Rectoría de la UNAM recibió una queja, por escrito, que señala al coordinador artístico de la Academia de Música Antigua de la UNAM, Jorge Cózatl, por irregularidades —como ya había reportado Excélsior desde diciembre pasado—, así como supuesto acoso laboral y sexual, maltrato sicológico y violencia verbal, ante lo cual la Coordinación de Difusión Cultural, que dirige el escritor Jorge Volpi Escalante, en su momento aseguró que sus unidades de Género y Jurídica llevarían a cabo una investigación. A nueve meses de distancia, la acuciosa indagatoria no ha fructificado en algo concreto.

El documento entregado por los jóvenes lamenta el silencio de las autoridades y recuerda que, desde diciembre de 2019, acudieron cuatro becarios en activo y una exbecaria a la Dirección General de Música y a Difusión Cultural para interponer denuncias individuales, soportadas con 11 testimonios de ex administrativos, ex becarios y personas que han sido violentadas por Cózatl en diversos ámbitos de la vida cultural. Además, denuncian que recibieron un “trato pusilánime” en la Defensoría de los Derechos Universitarios y en la Unidad para la Atención de Denuncias.

Uno de los testimonios aportados por los denunciantes —firmado por Diana Ly en redes sociales— es público y puede ser leído, desde el pasado 1 de octubre, en el siguiente enlace: https://bit.ly/3jNpApx, donde relata su experiencia y exige la destitución de Cózatl.

Desconozco los motivos por los que no se ha resuelto el tema. Podría ser culpa de la pandemia, pero, a nueve meses del caso, las autoridades universitarias deberían abordarlo y aclarar si los señalamientos están fundamentados o no, y si el señor Cózatl puede continuar su trabajo sin distracciones.

Recordemos que, el pasado 17 de febrero, la UNAM publicó su reforma legal sobre el tema de violencia de género https://bit.ly/3dhLoar, señalado como causa “especialmente grave de responsabilidad” y aplicable a toda la comunidad universitaria.

 

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