Logo de Excélsior                                                        

Dos Unplugged MTV

Joselo

Joselo

CrockNICAS MARCIANAS

Disfrútenlo al máximo, Tacvbos, recuerden que esto sucede sólo una vez en la vida”, nos dijo Luis López, el productor de los MTV Unplugged, en los camerinos de la Sala Nezahualcóyotl, pero se quedó pensando y corrigió: “Bueno, no es cierto, a ustedes les va a pasar dos veces. Disfrútenlo entonces al doble”.

Cuando se empezó a hablar del proyecto yo no sabía que ningún otro grupo había repetido Unplugged hasta ahora. Supongo que, conforme pasan los años, lo natural es que un grupo se deshaga, que sus integrantes se peleen y ya no puedan llegar a pensar en hacer nada juntos, menos otro Unplugged. Nosotros aquí seguimos. Ahora tenemos canas y arrugas, pero las ganas de seguir sonando no se van. Treinta años cumplimos en este 2019, y una de las tantas formas en que lo vamos a festejar es haciendo un segundo Unplugged MTV.

Pero, si soy sincero, siento como si éste fuera el primero. No tanto porque aquel que hicimos en 1995 no sea importante (importantísimo, dicen los fans), sino porque está muy lejos en el tiempo. Además, en aquella época los Unplugged eran muy simples. Se trataba de
desenchufar tus guitarras eléctricas y ponerte a tocar con acústicas. Tener un invitado en alguna de las canciones y tocar una vez ante un público que no sabías si eran fans o gente contratada para ese evento. Recuerdo que en nuestro primer Unplugged las cosas pasaron muy rápido. Ensayamos con el baterista Iván Moreno, y con el Señor González en percusiones una semana antes, tal vez dos. Ésa era la parte más “complicada” de resolver, pues nosotros no teníamos baterista, tocábamos con caja de ritmos, pues parte del concepto inicial del grupo era hacer un mestizaje de instrumentos, generando un choque de culturas entre una Yamaha RX17 y nuestras guitarras de Paracho, un tololoche y una melódica. El primer Unplugged lo grabamos en Miami, en los estudios de MTV. Un día antes, ¿o uno después?, estuvieron ahí los chilenos de Los Tres. Ya desde entonces se notaba que nuestros intereses eran similares: nosotros invitamos a Alejandro Flores, un músico tradicional mexicano, con un bagaje musical inmenso del folklore de nuestro país, y a ellos los acompañó Roberto Parra, con el que tocaron cuecas.

Repetir Unplugged nos llevó a revisitar canciones y hacer otros arreglos y poder compartir escenario con músicos que admiramos: Gustavo Santaolalla, David Byrne, Catalina García, de Monsieur Periné; Marios Santos dirigiendo la orquesta, que contó con arreglos hechos por David Campbell, Alejandro Terán y el mismo Santos; el cuarteto de marimba Mario Nandayapa, la Banda Bronce de Oaxaca, el Arpa de Julián Carrillo, y un organillo hecho por la Fábrica de Melodías.

Recuerdo que en aquel primer Unplugged no me dejaron usar la camisa de manta que llevaba. Es muy blanca, dijeron. Eso afectaba la iluminación y hacía “ruido” en la imagen de televisión. La camisa era especial: mi madre me la hizo. Rubén también llevaba una camisa blanca, con los famosos pechos de mujer. También le dijeron que no la usara. Él lo resolvió cambiándola por una café ocre, pero los pechos siguieron ahí a pesar de las quejas de todo MTV y la censura.

Para el segundo Unplugged, éste que grabamos el martes pasado, los senos de mujer en el pecho de Rubén se repitieron. Es otra versión de ese atuendo tan característico. Yo no usé una camisa hecha por mi mamá. Pero estoy seguro de que mi madre, donde quiera que se encuentre, alaba mi elección: una camisa que me hace parecer que toco en un grupo de música norteña.

Lo disfruté al máximo, como me recomendaron. Pero ahora me doy cuenta de que hay cosas que no recuerdo, aunque hayan pasado sólo unos días. Por suerte, todo está ahí grabado, para verlo una y otra vez si es necesario. Rememorar ese disfrute. Espero que ustedes lo disfruten también.

 

Comparte en Redes Sociales

Más de Joselo