Tejer seda o hilachar jerga

Fue un jefe de policía que le simpatizó a la ciudadanía. Y eso era imposible. Tiene buena cepa y eso ayuda. Su abuelo, su padre y su madre cosecharon aprecios y respetos.

Siempre hemos visto a quienes hacen política filigrana y a quienes hacen política barbajana. Se dice que aquellos tienen mano-de-ángel para tejer seda mientras que estos tienen trompa-talega para hilachar jerga. Tomemos tres casos de nuestra actualidad.

El primero se refiere a lo que hará Morena con su candidatura capitalina, la entidad más codiciada para ellos. Muchos indicios anuncian la candidatura de Omar García Harfuch. Tiene activos. Realizó una buena labor de seguridad. Y eso es difícil. Fue un jefe de policía que le simpatizó a la ciudadanía. Y eso era imposible. Tiene buena cepa y eso ayuda. Su abuelo, su padre y su madre cosecharon aprecios y respetos. Tiene buena imagen y tiene buena madrina. Podría decirse que ya la tiene hecha.

El único problema es que no es un morenista de arraigo y va contra una aspirante que sí lo es, además de que también tiene méritos. Si se le regatea la candidatura es peligrosa la reacción de Clara Brugada. No digo que jugaría en contra, pero es muy probable que no jugará. Morena y su candidato lo pagarían con votos. Quizá hasta con la derrota. No es, pues, un asunto menor.

Se les aparece la obligación de tejer fino y no a lo bruto. Cicatrizar. Consolar. Indemnizar. Unificar. Pero ya sabemos que el refinamiento político no es una costumbre de los morenistas. Si tratan a Clara Brugada como trataron a Marcelo Ebrard, su única esperanza sería que la candidatura aliancista fuera flaca y su voto fuera pobre. Que los priistas capitalinos resulten en 2024 tan apáticos como lo fueron los panistas mexiquenses en 2023.

El segundo caso se refiere a lo que hará Claudia Sheinbaum con Ricardo Monreal. La hilatura fina recomendaría designarlo secretario de Gobernación. Primero porque se le tiene por experimentado, recio y hábil, cualidades que aún no se le atribuyen a la exregenta. Ella se ayudaría mucho desde el anuncio.

Pero, además, porque a ella se le cuelga una etiqueta de pelele. De manera absoluta, yo no creo que lo sea ni que lo será. Pero mi buena opinión es minoritaria y ella debe atajar la maledicencia con un importante nombramiento en favor de alguien que es morenista, pero que no es lopezobradorista.

En 1976, a José López Portillo se le consideraba un pelele. Pero designó a Jesús Reyes Heroles como secretario de Gobernación, quien ni siquiera había sido su seguidor, sino de otro aspirante. Pero Luis Echeverría y Reyes Heroles se tenían una conocida antipatía y eso fue un claro mensaje para la opinión pública, para la clase política y para Echeverría. Además, Reyes Heroles tenía prestigio, tenía presencia y tenía proyecto. Ni más ni menos, uno de los dos inventos políticos mexicanos más importantes de los últimos 150 años.

En 1988, Carlos Salinas designó a Fernando Gutiérrez Barrios no porque fuera su amigo. Había necesidad o compromiso de conservar a Manuel Bartlett en el gabinete, pero no en Gobernación. Había que cambiar todo en Bucareli y eso se hizo con un secretario del mismo calibre que el anterior. Más tarde, en 1993, allí mismo designó a Patrocinio González Blanco, un enemigo de Manuel Camacho. No todos entendieron el mensaje salinista. Pero fue un tejido muy fino.

El tercer caso será lo que hagan los aliancistas del FAM para asegurar su victoria en 2024. ¿Organizarse ya en serio, con inclusión y liderazgo? ¿Armar un cogobierno con partidistas como Silvano Aureoles, Santiago Creel, Enrique de la Madrid, Beatriz Paredes y con no partidistas como José Antonio Meade? ¿Abrir la participación ciudadana? ¿Tomarse en serio las encuestas? Y, sobre todo, una promesa de cambio. El cambio es su mejor oferta y su manjar más deseado.

En todos estos casos ya veremos si tejen guipur, alpaca y pelo-de-camello o si tan solo hilachan manta, yute y cabeza-de-indio. Como político, yo al pensar en las tejedoras famosas prefiero relegar a Aracne o a Penélope y me quedo con las hilanderas de Remedios Varo.

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