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‘Chapitos’: el mensaje detrás de las recompensas

Jorge Fernández Menéndez

Jorge Fernández Menéndez

Razones

Los cuatro hijos de Joaquín El Chapo Guzmán no están en la lista de los más buscados por la justicia estadunidense ni se ofrece una recompensa de cinco millones de dólares por cada uno de ellos por ser hijos del conocido narcotraficante.

Los cuatro son, desde hace años, operadores del Cártel de Sinaloa y se sienten, junto con el hermano de Joaquín, Aureliano, los sucesores de su padre en la organización criminal. Por esa razón han tenido y tienen duros enfrentamientos con el Cártel Jalisco Nueva Generación, con los grupos de Rafael Caro Quintero e incluso con los de Ismael El Mayo Zambada, aunque a éste, padrino de alguno de ellos, lo respeten personalmente. No sólo compiten, son fuertes generadores de violencia porque manejan poderosos grupos de sicarios en varios estados.

Pero, por sobre todas las cosas, son de los principales productores de fentanilo ilegal. La decisión del Departamento de Estado de la Unión Americana de ofrecer recompensas por ellos no es porque se esté descubriendo tardíamente su involucramiento con el crimen organizado, lo que se sabe desde hace años, sino porque de esa forma se visualiza su participación en operaciones que van mucho más allá de la portación de apellido y de alguna complicidad puntual, como era el caso, por ejemplo, de la última esposa de El Chapo, Emma Coronel.

No es casualidad, tampoco, que esta decisión, y muchas otras que se anunciaron ayer en relación con estos temas, como la identificación del principal proveedor de fentanilo ilegal para el Cártel de Sinaloa en China, las empresas que lo transportan y los grupos que participan en este enorme negocio, se haya dado unas horas después de que entrara en vigor el llamado acuerdo Bicentenario entre México y Estados Unidos, que en realidad no reemplaza la Iniciativa Mérida, que ésta estaba agotada desde hace años, sino que busca establecer un nuevo mecanismo de cooperación entre los dos países.

Lo que hace el gobierno de Biden, prácticamente en el mismo momento en el que entra en vigor el acuerdo, es poner sus cartas sobre la mesa, y son varias: primero, enfoca el tema del fentanilo como un desafío a su seguridad y una emergencia nacional con los más de cien mil muertos anuales por sobredosis de opiáceos; segundo, identifica una de las redes globales que alimentan ese negocio, desde China hasta México. También al que es para ellos el grupo más poderoso en ese ámbito, el Cártel de Sinaloa y, dentro de éste, el de los Chapitos y Aureliano. Y al ofrecer recompensas tan altas y visibles dejan en claro que para la Unión Americana la detención de los capos es parte indisoluble de la destrucción de sus redes.

Ayer, el presidente López Obrador atribuía el llamado culiacanazo a errores cometidos en la operación para detener a Ovidio Guzmán. El propio Presidente ha reconocido que el que decidió liberar al hijo de El Chapo fue él mismo para evitar lo que, suponía, sería una matanza. Como lo documentamos en el libro La nueva guerra, de El Chapo al fentanilo (Grijalbo, 2021), la operación de detención no tuvo inconvenientes y tampoco lo hubiera tenido el traslado al aeropuerto de Culiacán, donde lo esperaba un avión para trasladarlo a Estados Unidos, donde Ovidio tiene, desde entonces, una orden de aprehensión. El operativo se complicó porque pasaron muchos minutos mientras en México se decidía cómo proceder con el detenido. Fue más de media hora después de la detención cuando se activaron, se asegura que por orden de El Mayo Zambada, los grupos de sicarios del CDS en Culiacán y en otras ciudades del estado. Fue entonces cuando se negoció la liberación de Ovidio.

Aún hoy no queda claro si Ovidio tiene abiertos procesos en México o si sólo existe la solicitud de extradición de Estados Unidos. En Culiacán lo que se dice es que los Chapitos se mueven con mucha libertad y un hecho circunstancial parece demostrarlo: apenas el fin de semana pasado se suscitó un enfrentamiento en un bar de primer nivel de Culiacán, que tuvo como protagonista a un primo de los Chapitos, hijo de uno de los hermanos del Chapo. Los videos del hecho han circulado por todos lados, lo mismo otro que muestra que, cuando se retira del lugar con sus sicarios, donde quedaron dos heridos de bala, una patrulla los deja pasar sin molestarlos. Y si a eso le sumamos el saludo del Presidente a la mamá del Chapo, cunde el sospechosismo.

La recompensa, la difusión de las redes y sus relaciones con China, la creación en el gobierno estadunidense del Consejo Contra el Crimen Organizado Trasnacional, que involucra a cinco agencias de seguridad de la Unión Americana, es un mensaje poderoso sobre lo que se espera, entre otras cosas, del Acuerdo Bicentenario y la colaboración bilateral.

 

ADIÓS AL 2021

A partir del lunes y hasta el lunes 3 de enero nos tomaremos unos días de descanso. Concluye un año agotador en todos los sentidos. Disfrute, querido lector, unos días con la familia y los amigos, que vaya que cada día son más importantes, y tome fuerzas para el 2022. Muchas felicidades y disfrute. Nos reencontramos el 3 de enero.

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