La situación de las infancias sigue siendo muy preocupante
Como cada 5 de enero, mañana los Reyes Magos visitarán los hogares mexicanos entre la noche y la madrugada para dejar regalos a los menores, sin embargo, hay algunas casas y rincones del país a los cuales no llegarán, pues la pobreza, el hambre y la marginación que los ...
Como cada 5 de enero, mañana los Reyes Magos visitarán los hogares mexicanos entre la noche y la madrugada para dejar regalos a los menores, sin embargo, hay algunas casas y rincones del país a los cuales no llegarán, pues la pobreza, el hambre y la marginación que los cubre deja a los miles de niños, niñas y adolescentes que viven en ellos, prácticamente en el olvido.
A lo largo de los años hemos sido testigos de una serie de desafíos que afectan el bienestar y el futuro de nuestros niños, niñas y adolescentes mexicanos. Factores como la pobreza, que es uno de los mayores desafíos de nuestro país, inciden en más de 50% de la población menor de edad, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), lo que implica que más de la mitad de la adolescencia y las infancias mexicanas carezcan de acceso a servicios básicos como educación, atención médica y alimentación adecuada.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente nueve por ciento de los niños menores de 5 años en México, enfrentan desnutrición crónica y, a pesar de los esfuerzos, permanece una brecha educativa notable en diferentes regiones del país, misma que fue agudizada por la pandemia de covid y sigue sin volver, al menos, a los niveles previos a ella.
Otro factor que lastima gravemente a los menores en nuestro país es la violencia y el maltrato infantil. El aumento de los índices de violencia en el país ha afectado de manera directa a las infancias, pues miles de niños han sido víctimas de la situación, ya sea como testigos o como víctimas directas, lo que tiene un impacto profundo en su bienestar físico, mental y emocional, además de generarles secuelas a largo plazo.
De acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), con base en los registros de lesiones de la Secretaría de Salud, tan sólo en 2022 se registraron 32 mil 171 personas de entre uno y 17 años de edad que tuvieron que ser atendidas en hospitales de México por haber sido víctimas de violencia, ya sea en el entorno familiar u otros diferentes, lo que representó un aumento de 18.2 por ciento con respecto a 2021.
Lastimosamente, la de Ciudad de México, que se encuentra entre las entidades con mayor población de niñas, niños y adolescentes en el país, se sitúa entre las primeras con mayor cantidad de menores atendidos en hospitales por situaciones de violencia física.
En este sentido, la situación de las infancias en México exige atención urgente y debemos aceptar que ello no es cosa sólo de las autoridades; igual que la violencia hacia la mujer, este problema tiene que ver con cuestiones socioculturales, con la ausencia de valores, de educación y de empatía.
Por todo ello, en este día de los Reyes Magos, aprovechemos para recordar que hay muchos niños, niñas y adolescentes para quienes lo más básico y natural como puede ser sonreír, no les es posible, y no por la falta de un regalo, sino por cuestiones realmente alarmantes como la falta de comida, seguridad, respeto, educación y un hogar digno.
Es fundamental invertir en programas y políticas de atención y prevención que permitan construir un futuro en el que todos los niños tengan las mismas oportunidades de crecer y alcanzar su máximo potencial. Las infancias mexicanas merecen un presente y un futuro digno, y colaborar para generarlo, debe ser una responsabilidad compartida.
La situación de las infancias sigue siendo muy preocupante y sólo a través del compromiso conjunto y acciones concretas, podremos lograr un cambio significativo.
