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El reto de lograr ciudades sostenibles, asequibles y resilientes

Jesús Sesma Suárez

Jesús Sesma Suárez

 

Ordenar el desarrollo urbano es uno de los grandes retos de México en el marco del crecimiento de sus ciudades, que es donde se concentran las principales fuerzas productivas, políticas, económicas y culturales. Para lograrlo, es indispensable contar con una buena planeación urbana y de gestión del uso del suelo, a fin de garantizar una calidad de vida asequible, segura y sostenible para sus habitantes.

Recientemente, la capital de nuestro país fue reconocida como una de las 10 mejores ciudades para vivir y trabajar a nivel mundial, al lado de otras como Valencia, en España, y Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos. Fueron su “bajo costo de vida” y su amabilidad algunas de las características que le valieron para estar dentro de los primeros tres sitios del ranking y dejar atrás a otras como Nueva York, París y Tokio, por mencionar algunas.

Cabe mencionar que la encuesta de la que surgieron las evaluaciones fue realizada a migrantes radicados en las diferentes ciudades evaluadas. Saco el tema a colación porque es precisamente la expansión de las ciudades, misma que en parte tiene que ver con la llegada de nuevos habitantes que migran de sus lugares de origen, la cual aumenta los retos en materia de planeación, desarrollo urbano y sostenibilidad.

Si bien la amabilidad y el bajo costo de vida (que representa para los extranjeros norteamericanos y europeos) le han colgado la medalla a nuestra querida CDMX, es necesario recordar que hay mucho por hacer en materia de planeación territorial, vialidades, transporte, seguridad, resiliencia, servicios y sustentabilidad como un eje transversal, entre muchas otras cuestiones.

Ante dichos desafíos, el siguiente paso es impulsar políticas públicas y legislaciones que permitan un nivel y costo de vida accesible para todos los habitantes de la capital, no sólo para aquellos con mayor poder adquisitivo. Asimismo, es preciso innovar en resiliencia y legislar para la sostenibilidad como un principio fundamental.

El ideal de ciudades, de acuerdo a las exigencias del contexto actual, consiste en modelos más compactos en los que se pueda vivir, trabajar y realizar las actividades propias de la vida en sociedad, sin tener que trasladarse a grandes distancias (se recomienda una distancia menor a 15 o 20 minutos), servicios de calidad y suficientes para todos y con plena responsabilidad ambiental.

Pero, para lograrlo, es necesario un verdadero cambio de paradigma; es fundamental que gobiernos, empresas, empleadores, sectores productivos y ciudadanos fortalezcan la conciencia social y medioambiental, que estén dispuestos a aceptar el reto de cambiar la forma en cómo se vive actualmente, que se fortalezcan las normas para el uso de espacios públicos y se participe en conjunto para lograr el desarrollo urbano ordenado. Como en todo reto social, el trabajo coordinado seguramente dará buenos resultados.

Como ejemplo, quiero mencionar el acuerdo entre Re-activa MX y los municipios de Cuautitlán Izcalli, Cuernavaca, Guadalajara, Irapuato, León, Morelia, Tepic, Manzanillo, San Pedro Garza García y Tuxtla Gutiérrez, que este año se sumaron a la iniciativa y se comprometieron a entregar obras de infraestructura para medios de transporte no motorizados, con el fin de mejorar la movilidad y las acciones en la lucha contra la crisis climática mundial. El compromiso tiene una fecha de cumplimiento previa a terminar el presente año y es, sin duda, un paso hacia una planeación urbana atenta a las demandas de los tiempos actuales.

 

 

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