Usa tu fórmula

Buscar otra manera de hacer las cosas nos da mayores herramientas con las cuales trabajar en nuestros proyectos y en la vida.

Por Paulina Majul Rubio

Nunca aprendí matemáticas en las clases de la escuela y me esperaba hasta la semana anterior al examen para estudiar con un maestro particular con el propósito de entender un semestre de un día para otro.

Su manera de enseñar hacia sonar todo millones de veces más fácil y, hasta cierto punto, me llegaron a gustar las matemáticas. De una manera u otra, esto me ayudó a conocer cada tema y entender verdaderamente. Nunca lograba asimilar lo que me enseñaban en las clases de matemáticas de la escuela,  siempre sentí que me hablaban en otro idioma, pero a la hora de tomar clases particulares todo se volvía más sencillo; ahora me doy cuenta de que el método bajo presión con alguien que se centrara simplemente en que yo lo entendiera, tomando como base mis habilidades, funcionaba y le daba sentido en mi cabeza.

Sí, puede que yo me haya dejado de molestar en intentar poner atención en clase, para una semana antes del examen estar como loca entendiendo todo el semestre, pero en su momento, ésta era la única manera que yo encontraba útil y efectiva. Otros nunca necesitaron tutorías extra y con la clase y las explicaciones generales les bastaba; a ellos les sirvió su fórmula, misma que a mí no me llevaba a ningún lugar.

Existen miles de maneras para llegar a un objetivo, una diferente para cada quien, también hay cosas que a unos nos cuestan más o, al contrario, se nos facilitan más que a otros, pero mientras tengamos nuestra propia fórmula para lograrlo, está bien. Es válido no aprender de la misma manera que el resto lo hace, pero eso no debe ser una excusa para no hacerlo.

No obstante, algunos de los métodos suelen ser etiquetados injustamente y no tomados en cuenta, y en cuanto a quienes aprenden con otros métodos, se les limita el crecimiento obligándolos a navegar igual que el resto; esto como si cambiar el método nos convirtiera en personas flojas y que buscamos el mínimo esfuerzo, pero al contrario, buscar nuestra propia manera que lleve al mismo lugar simplemente nos da una solución al problema y en lugar de ser una limitante, debería ser una característica digna de explotar en cada uno.

Desde niños nos enseñan una sola forma para hacer las cosas, pero a medida que aprendemos y conocemos nuestras habilidades, nos damos cuenta de que hay otros modos de hacerlo, los cuales favorecen el entendimiento y aprendizaje propio. Asimismo, puede que el método habitual sea el más eficiente en algunos casos y esto está bien, mientras uno analice las variables y sepa que ésa es la más conveniente. Con respecto a esto, creo que siempre buscar otra manera de hacer las cosas nos da mayores herramientas con las cuales trabajar en nuestros proyectos y en la vida, es el clásico “piensa fuera de la caja”; de la misma forma en la que buscamos la comprensión y aceptación sobre nuestras diferencias, se deberían tomar en cuenta factores como el aprendizaje y no minimizar a quienes aprenden con un procedimiento distinto al habitual.

Hoy en día existen bastantes sistemas educativos, los cuales se especializan en las habilidades particulares de cada niño ayudándolos a exprimir su mayor potencial considerando cada uno de los factores individuales. Creo que si esto se aprovecha de la mejor manera, las generaciones obtendrán mejoras en este sentido, ya que nunca serán expuestos a un mundo en el que cambiar de método te vuelve tonto y flojo.

Concluyo con la frase: “Cada cabeza es un mundo”, examinando esta cuestión más a fondo, esto no se trata simplemente de opiniones, gustos o intereses; lo que se intenta es dejar a cada uno ser, crear y volar.

Encuentra tu fórmula, haz que funcione y no la sueltes.

Instagram: @paulinamajulr

paumajulr@gmail.com

Temas: