La Madre Tierra llora

Hoy, en el Día de la Tierra, para conmemorar la fecha no olvidemos que con acciones decididas y sostenidas podemos protegerla.

Por María Catalina García

La Madre Tierra es el hogar de todos los seres vivos. Sin embargo, enfrenta una serie de desafíos y quizá los más apremiantes son la degradación ambiental y el cambio climático, pues amenazan la estabilidad y sostenibilidad del planeta.

El cambio climático es, sin duda, uno de los desafíos más grandes que enfrenta la Madre Tierra y debe abordarse como una crisis.

Las actividades humanas, empezando por la quema de combustibles fósiles, la están enfermando de gravedad.

El aumento de la temperatura global debido al aumento de gases de efecto invernadero en la atmósfera está provocando una serie de efectos devastadores, como la acidificación de los océanos, la elevación del nivel del mar y el aumento de eventos climáticos extremos como sequías, inundaciones y huracanes.

La Madre Tierra llora por la pérdida de biodiversidad. La tala de bosques, la contaminación del aire y del agua, la introducción de especies exóticas y el cambio climático están provocando la pérdida de especies a un ritmo acelerado y alarmante.

Esto no sólo tiene un impacto negativo en los ecosistemas, sino también en la economía y la salud humana.

Abordar los desafíos requiere soluciones globales. Una de las más importantes es la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero mediante la transición a fuentes de energía renovable como la solar, eólica y geotérmica, así como la implementación de políticas de eficiencia energética.

También es importante reducir o, mejor dicho, eliminar el uso de plásticos y hacer más eficiente la gestión de residuos para disminuir la contaminación.

Trabajar en la conservación y restauración de los ecosistemas, terrestres y marinos; y la protección de la biodiversidad es fundamental, se incluye la implementación de políticas de conservación. Es importante involucrar a las comunidades locales y a los pueblos indígenas en estos esfuerzos, pues tienen un conocimiento invaluable sobre los ecosistemas y pueden proporcionar soluciones innovadoras.

No deben minimizarse las medidas para la adaptación a los efectos del cambio climático. Esto incluye la implementación de políticas de gestión de riesgos y la construcción de infraestructuras resilientes a eventos extremos.

El cambio climático y la degradación ambiental no nos afectan a todos por igual. Los impactos son mayores para aquellos que enfrentan desigualdades sociales y económicas, como las comunidades indígenas, los trabajadores rurales y las personas que viven en países en desarrollo. Por lo tanto, es necesario abordar estos desafíos de manera justa y equitativa, asegurando que las soluciones implementadas no reproduzcan y profundicen estas desigualdades.

La Madre Tierra es un sistema complejo e interconectado y las soluciones no pueden ser abordadas de manera aislada.

Las naciones tienen el deber de establecer objetivos ambiciosos y planes de acción para abordar los desafíos. El Acuerdo de París es el eje de la acción para limitar el aumento de la temperatura global a 1.5°C por encima de los niveles preindustriales.

El cambio climático y la degradación ambiental son problemáticas que afectan a la Madre Tierra y todas las especies que habitan en ella.

Hoy, en el Día de la Tierra, para conmemorar la fecha no olvidemos que con acciones decididas y sostenidas podemos protegerla y así asegurar un futuro para todos.

Acciones que en lo individual podemos iniciar este día y no esperar a mañana, como por ejemplo, comer menos carne y lácteos, porque de acuerdo con los especialistas esto reduciría el impacto.

Según datos de la FAO, el sector cárnico emite más gases de efecto invernadero que todo el transporte a nivel global (14.5% del total de emisiones).

Esto no quiere decir que todos nos volvamos vegetarianos, es simplemente modificar un poco los hábitos de consumo y de esa manera calmar el llanto de la Madre Tierra.

mariacata0995@gmail.com

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